Es un hecho: en Madrid odian a Pep Guardiola con todas sus fuerzas. Catalán, independentista, culé y el culpable de hacer pasar muchas noches de terror a los merengues como la del 2-6 de 2009 o el 5-0 de 2010. Aun así, con su marcha del Fútbol Club Barcelona en 2012 el madridismo se ha ido olvidando poco a poco de su bestia negra. Ahora, sin embargo, el técnico de Santpedor se ha vuelto a cruzar en el camino de los blancos y se han abierto todas las heridas que no habían cicatrizado nunca. Si la ida de las semifinales de la UEFA Champions League entre el Manchester City y el Real Madrid ya vino cargada de polémica, la vuelta no será menos.
Las provocaciones de la prensa madrileña a Pep Guardiola
En la rueda de prensa del día antes de este enfrentamiento que tendrá lugar el miércoles 4 de mayo en el estadio Santiago Bernabéu, la prensa de Madrid ha vuelto a ofrecer un capítulo de provocaciones y trato lamentable a Pep Guardiola. Uno de los momentos más surrealistas ha llegado cuando desde la capital estatal le han empezado a preguntar si su equipo haría el pasillo a los jugadores merengues por haber ganado recientemente la Liga. Esto es algo habitual cuando un conjunto gana un título antes del final de la competición y en los próximos partidos se reconocen sus méritos, pero siempre dentro del mismo torneo. Sería del todo inédito que en una competición europea un equipo reconociera los méritos de otro en sus torneos locales.
La respuesta de Guardiola a la propuesta surrealista del pasillo del Manchester City al Real Madrid
Guardiola, totalmente sorprendido por esta propuesta marciana, ha dicho lo siguiente: «A mí me incumbe la Champions, la Liga no. De la Liga no tengo nada a decir». Su cara lo decía todo y tenía claro que esto no era nada más que una provocación como todas las que ha recibido últimamente por parte de la prensa de Madrid, pero él se ha mantenido sereno y no ha entrado al juego. Ahora bien, con esta primera respuesta, donde ya ha quedado todo muy claro, no han tenido bastante y han continuado insistiendo que el City tendría que hacer el pasillo a los merengues. Guardiola no ha cambiado de versión y ha dicho cosas como «esto en todo caso sería un asunto de la UEFA» por no darles el titular que buscaban.
Guardiola no cae en la trampa y responde con su mejor arma: la elegancia
Finalmente, el de Santpedor, visiblemente contrariado por el hecho de que no le pararan de preguntar lo mismo, ha sacado su mejor arma, la elegancia, y con una respuesta ejemplar ha dejado a la prensa de Madrid sin posibilidades de contraatacar: «No entiendo que me estéis preguntando por la Liga, cuando el partido que tenemos que jugar es de Champions. El Real Madrid es campeón de Liga y desde el Manchester City, con su portavoz que soy yo mismo, aprovechamos para felicitarles por el título. Pero ahora estamos hablando de la Champions League, que es una cosa totalmente diferente».
Los otros momentos tensos entre Guardiola y la prensa española
Durante las últimas semanas ha habido varios enfrentamientos entre Guardiola y la prensa española, puesto que el City no solo se ha cruzado con el Real Madrid, sino que en la ronda anterior ya jugó contra el Atlético en la Champions League. En un primer momento, el de Santpedor se mostró cordial, pero tanto los periodistas como la plantilla colchonera y el entrenador, el Cholo Simeone, malinterpretaron a propósito las palabras de Guardiola. El técnico catalán aseguró que «desde la prehistoria ha sido muy difícil atacar a una defensa muy cerrada», pero se manipularon estas declaraciones y se dijo que Guardiola había acusado al Atlético de ser un equipo prehistórico.
Posteriormente, cuando el Manchester City se volvió a cruzar con un equipo de la capital estatal, esta vez el Real Madrid, Guardiola optó durante la ida por mostrarse frío, no decir casi nada y así evitar manipulaciones. Esto, sin embargo, tampoco ha gustado a la prensa española, que le han acusado de antipático y ahora se ha abierto este nuevo capítulo donde le han intentado provocar. En cualquier caso y haga lo que haga, Guardiola siempre será un enemigo en Madrid, pero durante su etapa en el Barça dominó el fútbol estatal como nadie y, parafraseando sus palabras en el mismo Santiago Bernabéu, «él es el puto amo» y por eso no le soportan.
