Joan Laporta, presidente de el Fútbol Club Barcelona, ha presentado la financiación del proyecto de remodelación del Camp Nou y sus cercanías, que lleva el nombre de Espai Barça. Hace pocos días la entidad azulgrana anunció que había llegado a un acuerdo con los inversores para recibir un crédito de 1.450 millones de euros, los cuales hace un año y medio fueron aprobados en un referéndum extraordinario de socios. Ahora, finalmente, ya se han podido cerrar todos los detalles de la financiación del Espai Barça y Laporta los ha presentado. Ha asegurado que se trata del «proyecto institucional más importante de la historia del club».
Laporta se ha mostrado muy orgulloso y satisfecho de haber logrado los objetivos que se había planteado la junta directiva hace dos años, cuando ganó las elecciones, y ha enumerado un gran número de directivos y trabajadores que han permitido que se cierre la financiación del proyecto de remodelación del Camp Nou. El presidente del Barça ha asegurado que el grosor de las obras «empezará este verano». Laporta ha afirmado que se trata de un «sueño hecho realidad» y que el nuevo estadio del club será «el mejor de todo el mundo».

También ha puesto mucho énfasis en el hecho de que las obras «no supondrán ningún gasto extraordinario para los socios, el proyecto no supondrá ningún riesgo para la gestión deportiva y el modelo de propiedad del club no está en peligro». Destaca esta última frase, puesto que en las últimas horas han aparecido rumores que indican que la junta directiva se podría estar planteando cambiar el sistema de propiedad del Barça, pero Laporta ha sido muy contundente en este sentido: el club continuará siendo de los socios.
Los perfiles más técnicos detallan el proyecto del Espai Barça
Más allá de Laporta, también han hablado tres figuras más: Eduard Romeu, vicepresidente económico, Maribel Meléndez, directora corporativa, y Manel del Río, director financiero. Del primero ha destacado el dardo que ha lanzado a los anteriores presidentes Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, a los que ha acusado de no ser «valientes» y no querer asumir los riesgos de la construcción del nuevo Camp Nou, con todo el que esto supone. Meléndez ha subrayado el esfuerzo de haber «vendido la marca Barça» a los diferentes inversores, mientras que Del Río ha hecho hincapié en el dificilísimo contexto económico en el cual se han tenido que llevar a cabo las operaciones.