Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, ha llevado a cabo la tercera acción de esta semana para combatir las acusaciones que está recibiendo la entidad azulgrana por el caso Negreira. El lunes ofreció una rueda de prensa para responder todas las preguntas de los periodistas y dar explicaciones, el miércoles compareció a la Asamblea de LaLiga para hablar con los otros clubes y con Javier Tebas, presidente de esta competición. Finalmente, Laporta ha viajado hasta Eslovenia para reunirse con Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, y darle personalmente su visión del caso.
Laporta dedica toda la semana a evitar que el Barça sea sancionado deportivamente por el caso Negreira
Este último acto con la UEFA deja muy claras las intenciones de Laporta, quién desde el mismo lunes ha ido trazando un relato muy claro: el Barça no cometió ningún delito de corrupción deportiva y, por lo tanto, no tiene que ser sancionado por ninguna competición. Si bien es cierto que ha dejado algunas preguntas al aire, todos los esfuerzos de Laporta se han centrado a dejar claro que los pagos a DASNIL 95, la empresa propiedad de José María Enríquez Negreira, estaban justificados. Además, en cuanto a aquellos aspectos que no ha podido o querido explicar, ha emplazado que sean resueltos en sede judicial. Así, el caso no se resolverá hasta de aquí a un tiempo y el Barça, de momento, parará la vez y evitará sanciones.

No ha transcendido qué han sido las sensaciones del club y de Laporta después de su reunión con Ceferin. Hay que tener en cuenta que la UEFA no necesita, como LaLiga, que haya una resolución judicial para sancionar el Barça. De este modo, el paso del presidente azulgrana es muy importante para defender los intereses deportivos del equipo, que podría llegar a ser expulsado de torneos como la Champions.