El Real Club Deportivo Español ha perdido contra el Villarreal en el último partido antes del parón por el Mundial, con una nueva acción esperpéntica de un portero suyo. Un gol en propia portería del portero francés Benjamin Lecomte ha sido suficiente para que el entrenador Quique Setién haya conseguido su primera victoria al frente del submarino amarillo . Con este nuevo nefasto resultado, los de Diego Martínez quedan al borde del descenso, ofreciendo unas sensaciones nefastas.
Un primer tiempo con muchas alternativas
El primer tiempo ha iniciado con un intercambio de golpes. En el césped de Cornellà-El Prat había dos conjuntos con urgencias: ninguno de los dos había ganado ni un partido de sus últimos cuatro. El Villarreal, con un Quique Setién discutido a pesar de haber empezado su etapa hace muy poco, ha avisado con una buena ocasión de Yeremy Pino, y con una salvada in extremis de Benjamin Lecomte, tras un extraño rechazo de Sergi Gómez.
Todo esto, después de que el conjunto blanquiazul hiciera su particular aviso, con Javi Puado perdonando el primero cuando aún entraban aficionados y aficionadas al estadio, en un mano a mano con Gerónimo Rulli. El Espanyol jugaba con calma, paciencia e inteligencia, sin mirar una clasificación que indicaba e indica que son uno de los peores equipos de la Primera División.
A medida que los minutos del primer acto han ido avanzando, el juego se ha enfriado. El Villarreal tenía la posesión, algo primordial en los equipos de Setién, pero no conseguía hacer daño. El Espanyol ha sumado algunas llegadas más, pero con remates inofensivos. Tras la charla de los entrenadores en los vestuarios, la reanudación ha comenzado como el primer tiempo: nuevo intercambio de golpes, con ocasiones para unos y otros.
Étienne Capoue, Dani Parejo y Samu Chukwueze pudieron inaugurar el marcador, y no lo hicieron porque en la ocasión del primer Lecomte estuvo acertado, y en la segunda y tercera el balón fue salido ligeramente desviada. Mientras, Puado y Keidi Bare han vuelto a perdonar.
Un nuevo error de Lecomte, difícil de resolver, condena al Espanyol en la reanudación
A los diez minutos del segundo tiempo, sin embargo, se ha dado la nueva desgracia. En una jugada embarullada, tras un disparo al palo de Yeremy Pino, el rebote favoreció a Alberto Moreno. El andaluz, solo y escorado en la banda izquierda, ha puesto el balón dentro del área pequeña. Y Lecomte, en el intento de rechazarla, se le ha introducido en su portería. Un nuevo error de un portero perico condenaba al equipo, como ya ocurrió ante el Valencia o contra el Cádiz. Esta vez era difícil, puesto que no había mucho tiempo de reacción, pero no deja de ser un error.
A partir de esto, hay que felicitar a los locales, porque no se han venido abajo. Han continuado remando e, incluso, han domado a los castellonenses. En los últimos quince minutos de partido, Rulli se ha convertido en el héroe sin capa, al detener hasta tres ocasiones muy claras del Espanyol. No ha habido forma, y el equipo ha acabado perdiendo mientras la gradería ha pedido la dimisión de la directiva.
Dos victorias en catorce jornadas son un bagaje terrorífico. Con 12 puntos de 42 posibles, el Espanyol flirtea con las plazas de descenso. O en el paro mundialista se cambian cosas, o en la segunda etapa de la Liga se sufrirá duro. Próxima estación en la Liga: derbi barcelonés, contra el Fútbol Club Barcelona y en el Camp Nou.