El Fútbol Club Barcelona ha acontecido campeón de Liga después de ganar el derbi en el RCDE Stadium contra el Real Club Deportiu Espanyol. El Barça ha sido inmensamente superior durante casi todo el partido, más allá de los minutos finales, cuando los azulgranas han levantado el pie del acelerador y han permitido que los pericos se acercaran a la portería rival. En cualquier caso, la parte que sale señalada, sin ningún tipo de duda, es la de la Espanyol. Todo el equipo ha estado nefasto, perdido por el terreno de juego, sin ideas, sin ningún tipo de intención de hacer el esfuerzo de intentar rascar algún punto que sería vital para la permanencia. Cuando todo falla, las miradas no se pueden situar sobre ningún jugador en concreto, sino sobre el entrenador, en este caso Luis García.
Luis García, el gran señalado de la imagen pésima del Espanyol en el derbi
El técnico asturiano llegó al conjunto blanquiazul después de la jornada 27, cuando los pericos acababan de perder un partido vital contra el Girona. Cogió el equipo en decimoctava posición, ya en descenso, pero empatado a puntos con el Valencia, que era decimoséptimo y marcaba la permanencia. Ahora, después de siete partidos, Luis García ha dejado el Espanyol en decimonovena posición, es decir, ha perdido un lugar en la clasificación. Lo más grave, en cualquier caso, es que la diferencia de puntos empieza a ser insalvable, puesto que los pericos se encuentran a cuatro de la salvación cuando solo quedan doce puntos en juego.
El rendimiento de Luis García, peor que el de Diego Martínez
El anterior entrenador, Diego Martínez, ya estaba rindiendo muy por debajo de las expectativas, pero el bagaje de Luis García está siendo peor todavía. Con el gallego, el Espanyol jugó 27 partidos, ganó 6, empató 9 y perdió 12. Con el asturiano, los pericos han jugado 7 partidos, han ganado 1, han empatado 1 y han perdido 5. Dicho de otro modo, con Luis García solo se ha obtenido la victoria en el 15% de los duelos disputados, mientras que con Diego Martínez esta cifra subía hasta el 22%. Ambos registros, en cualquier caso, son muy pobres y el Espanyol necesita una reacción casi utópica para salvar la categoría.