Sergio Ramos, jugador del Paris Saint-Germain, ha sido noticia durante las últimas horas por varias cuestiones. En primer lugar, por el notable partido que ha completado este martes en la ida de los octavos de la UEFA Champions League contra el Bayern de Múnich, en el Parque de los Príncipes. Después, por el feo gesto que tuvo con un fotógrafo en el post partido. Y también por unas declaraciones que ha hecho a continuación, en las cuales ha metido la pata de forma flagrante.
Al micrófono de Movistar+, y preguntado por el partido, el andaluz ha admitido que «es un resultado muy negativo, muy malo», pero ha añadido que «no se acaba el mundo», puesto que «al final, el gol en contra se ha acabado, y esto nos beneficia en la hora de ir allá. Solo tenemos que marcar un gol para empatar la eliminatoria».
La norma de los goles fuera de casa ya no existe…
El exjugador del Real Madrid ha hecho mención al hecho de que la UEFA ha eliminado, desde la temporada pasada, aquella norma que daba valor a los goles que los equipos marcaban fuera de casa en las eliminatorias de sus competiciones. Que, en caso de empate en el global de la eliminatoria, la pasaba el equipo que había marcado más goles fuera de casa. Por ejemplo, en el pasado, en 2009, esta norma permitió que el Fútbol Club Barcelona accediera a la final de la Champions después de haber empatado a cero contra el Chelsea en el Camp Nou, y a uno a Stamford Bridge.
… Pero esto no favorece el PSG en esta eliminatoria y con el 0-1 de la ida
Por lo tanto, Ramos tiene razón en el hecho que ya no existe esta norma, pero la eliminación de esta norma no favorece en ningún caso al PSG en esta eliminatoria. Tanto si continuara vigente como si no, el PSG tendría que marcar un gol para empatar la eliminatoria. De hecho, la presencia de esta norma favorecería los franceses. Mientras que con la norma del pasado les valdría un 1-2 en el Allianz Arena para pasar a los cuartos de final, actualmente este resultado lo llevaría todo a la prórroga.

Ha supuesto, pues, una nueva ocasión en la cual Ramos ha metido la pata. En el pasado lo ha hecho varias veces. Por ejemplo, la temporada 2010/2011, los blancos se dejaron empatar en la ida de los octavos, en el campo del Olympique de Lyon, y el de Camas lamentó, ante la prensa, que «ha sido una lástima que al final se nos hayan escapado los tres puntos, porque el resultado era muy positivo». Un auténtico lapsus, teniendo en cuenta que en las eliminatorias de la Champions no están en juego los tres puntos, como sí pasa en los partidos de LaLiga.