Nasser Al-Khelaifi es una de las figuras más controvertidas del mundo del fútbol. El qatarià, que durante su juventud fue tenista, es ahora el presidente del Paris Saint-Germain y de la Asociación Europea de Clubes (ECA). Además, es una de las caras visibles del polémico Mundial que se está disputando en Qatar. Son muchas las declaraciones que ha pronunciado y las acciones que ha hecho por las cuales es el grande señalado del torneo por su complicidad.
Este martes, el diario Marca ha publicado una entrevista que le ha hecho, y en la cual se evidencia, un golpe más, la frivolidad con la cual vive todas las vergüenzas del Mundial catarí. Preguntado por si cree que hay una visión catarí que no se ajusta a la realidad, Al-Khelaifi ha contestado que no pretenden ser perfectos, y que le frustra que «la gente habla catarí y nunca ha estado en Qatar. No lo entiendo».
«Tienen que venir aquí para verlo por sí mismos: la gente, la cultura, las instalaciones, los valores, la humildad que tenemos aquí… Todo el pueblo qatarià está orgulloso y se siente honrado de recibir el mundo», ha continuado. Desgraciadamente no ha sido repreguntado por eso, pero hoy en día no hay que viajar a Qatar para conocer las condiciones con las cuales viven las mujeres o los homosexuales. Y nadie exige que una Copa del Mundo sea perfecta, pero se espera que, entre otras cosas, su organización no acabe con miles de muertes. Por otro lado, cuando ha sido preguntado por si se respetan los derechos humanos en Qatar, ha hecho una respuesta para huir, sin contestar esto.

El escándalo de Al-Khelaifi con un empresario que «sabía demasiado»
Estas son las últimas declaraciones públicas de un dirigente que últimamente quedó manchado por un escándalo. El pasado mas de septiembre, el medio francés Libération informó que Al-Khelaifi se encontraba inmerso en una trama de extorsiones, chantajes y abusos contra un empresario francés que presuntamente poseía documentos que demostraban la irregularidad en la elección catarí como sede del Mundial, y que salpicaban el emir del país, Tamim bin Hamad Al-Thani. En pocas palabras, Al-Khelaifi y sus abogados habrían conseguido que el empresario, Tayeb B., bautizado por la prensa como «el hombre que sabía demasiado», acabara en la prisión.
El origen de la amistad entre Al-Khelaifi y el emir catarí
La vinculación de Al-Khelaifi con el Mundial catarí es muy fuerte, y viene de tiempo atrás. El qatarià fue tenista en su juventud. Descubrió este deporte mientras trabajaba como compilación pilotes en una pista a los once años, para ganar dinero. Un día, un entrenador los hizo una clase a él y a los otros trabajadores, y el entonces pequeño Al-Khelaifi decidió que se dedicaría. Fue aprendiendo, hasta acabar convirtiéndose en el tenista más importante catarí.
Nunca destacó en el panorama internacional, pero el estatus mencionado le sirvió para conocer el actual emir catarí mientras este jugaba a tenis. Desde entonces, formaron una amistad que llevó Al-Thani a nombrar Al-Khelaifi como presidente de la Federación de Tenis Qatariana. Y, posteriormente, cuando compró lo Pares Saint-Germain en aquella historia de corrupción con figuras como Michel Platini inmersas, nombró Al-Khelaifi el presidente del club.
Evidentemente Al-Khelaifi ha empezado desde debajo, y ha llegado a presidir un club europeo de fútbol con un relativo mérito. Él no es el principal responsable de toda la corrupción, si no uno 





