El diario español El Confidencial ha publicado nuevas filtraciones de conversaciones de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). En este caso, se trata de unos diálogos con el ex jugador del Madrid y actualmente en el Paris Saint-Germain Sergio Ramos. Al haber sido el capitán de la selección española durante un lustro, el andaluz tuvo mucha confianza con Rubiales. Tanto ha sido así, que, entre otras cosas, en 2020 le pidió que presionara para que le otorgaran el Balón de Oro que entrega la revista France Football al mejor jugador de cada año.
Las presiones de Ramos para el Balón de Oro
En este sentido, el campeón del mundo inició una grabación de voz al dirigente español de la siguiente manera: «Rubi, buenas noches. Espero que estés bien junto a toda la familia». A continuación, le recordó que «sabes que nunca te he pedido nada, pero si quiero hacerlo hoy es porque creo que es un año especial por el rendimiento que he dado. Me gustaría que me ayudaras como pudieras y que tocases algunas teclas desde la UEFA y tus contactos por el tema del Balón de Oro. Te lo agradecería toda la vida, no sólo por mí, sino también porque creo que el fútbol español lo merece muchísimo. Un abrazo».
Rubiales contestó de manera cariñosa: «Hola, Sergio. El primero, enhorabuena, creo que es un buen año para que lo consigas. Ojalá haga un magnífico final en la Champions». En ese momento, el equipo entrenado por Zinedine Zidane debía disputar la vuelta de los octavos de final del torneo continental ante el Manchester City de Pep Guardiola. Pero los ingleses eliminaron a los blancos. A continuación, el presidente de la RFEF advirtió que «por supuesto que no depende de mí lo del Balón de Oro, pero en lo que yo te pueda ayudar, cuenta con esto. Un abrazo enorme».
De este modo, el defensa intentó presionar todo lo posible a Rubiales para que moviera hilos e influyera a la hora de la entrega del máximo galardón individual futbolístico. Lo hizo en verano de 2020, después de ganar la famosa Liga del confinamiento. Ramos hizo un final de competición espléndido, liderando a los blancos en levantar el título contra el Fútbol Club Barcelona de Quique Setién, e incluso marcando varios goles. Todo esto hizo que la opinión pública empezara a referirse a Ramos como un firme candidato a ganar el Balón de Oro.
Finalmente, como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, France Football dejó desierto un premio que, de haberse otorgado, le habría ganado algún jugador del Bayern de Munich que ganó el sexteto. El favorito era, de hecho, el delantero Robert Lewandowski.
Las presiones de Ramos para el premio The Best de la FIFA
El Balón de Oro, sin embargo, no es el único galardón individual de renombre que se entrega a la élite de este deporte. Aunque tiene menos popularidad, también está el The Best de la FIFA. Y Ramos, consciente de ello, también hizo una proposición al propio Rubiales: «Sé que no depende de ti, pero también las relaciones son clave. Gianni Infantino [presidente de la FIFA] da el The Best, que también es súper importante y sería la hostia. En fin, cuento con tu ayuda. Te envío un abrazo y nos vemos cuando quieras un día y comemos».
Las presiones de Ramos para las primas en el Mundial de Rusia
Finalmente, El Confidencial también ha destapado otras presiones surrealistas. En ese caso, en clave de selección española. Y es que dos años antes de los hechos mencionados, en el marco del Mundial de 2018 que se disputó en Rusia, Ramos contactó con Rubiales para presionarle en términos de las primas que recibirían los jugadores de La Roja: « O me subes lo que hablamos de las semifinales, o chungo vamos… Y no te olvides del reloj Hublot. A ver cuándo lo tienen listo».
El dirigente de la RFEF intentó tranquilizar al entonces capitán madridista: «Sergio, acabo de aterrizar, te cuento. Llegar a medio kilo [quinientos mil euros] para quedar terceros es una pasada. Podemos buscar algo intermedio en las semifinales y lo cerramos ya». Finalmente, España no ni olió las semifinales, ya que quedó eliminada en la fase de los octavos de final contra los anfitriones.
