Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha comparecido esta mañana para dar la cara después de que se hubieran empezado a filtrar unos polémicos audios suyos del jugador del Fútbol Club Barcelona Gerard Piqué sobre la organización de la Supercopa de fútbol masculino en Arabia Saudí. Y lejos de dar explicaciones, ha dejado declaraciones surrealistas, que otorgan más extrañeza a un asunto ya de por sí muy delicado.
En primer lugar, y en referencia a la cuestión de las comisiones con Piqué, Rubiales ha ido en la misma línea que el catalán, quien dio la cara el pasado lunes. Rubiales negó que ningún «conflicto de intereses, porque no tenemos ninguna relación económica con Kosmos». Es decir, mantiene la postura de que quien pagó la comisión a la empresa de Piqué fue Arabia Saudita y no la federación. A su vez, reconoce que la propia Kosmos facilitó las relaciones entre españoles y saudíes.
Hoy El Confidencial, medio que ha destapado los audios, ha asegurado que la federación tenía una oferta similar en términos económicos para llevar la Supercopa, proveniente de Qatar, pero que no ofrecía comisiones. Y ese motivo habría decantado a Rubiales a escoger la opción saudí. Pero en su comparecencia, Rubiales lo ha negado tajantemente: «Falso. Al periodista le da igual la verdad, ya tenía su relato hecho. Que la verdad no te estropee una noticia. El contrato de Qatar es un acuerdo de 33 millones que debía ser validado por un órgano, y no lo validaron, y eso lo conoce el periodista porque se lo hemos contado”.
«¿Por qué no me pondrán un saco de cocaína en el maletero?»
Preguntado por quien cree que logró filtrar las conversaciones entre ambos, el presidente asegura que «calificó de mafia o de delincuentes a los que han robado la información que tengo en mi teléfono, el mismo sitio donde tengo fotos de mis hijas o conversaciones con mis amigos. Sabía que me atacaría gente muy poderosa, pero nunca imaginé que me quitarían información de mi teléfono. Estoy dolido. ¡Es muy fuerte! Robar los audios de mi móvil es una acción mafiosa.No creo que lleguen al punto de echarme un disparo y tirarme en una cuneta, pero por qué no me pondrán algo en el móvil o meterme un saco de cocaína en el maletero . De eso sí que tengo miedo. Lo reconozco públicamente».
Por otra parte, Rubiales ha reivindicado que «si alguien es capaz de sacar información de mi teléfono, no tengo ninguna duda de que estoy al lado bueno. Soy un luchador. Cuando nací, en Las Palmas, tengo una hermana mayor que cayó sobre mí con un mes y me partió las piernas de arriba abajo… Cuando llegué al médico, me dijo que sería de todo menos futbolista. Soy un luchador y las mentiras no pueden acabar con una buena gestión».
