El diario español El Confidencial ha sacado a la luz nuevas conversaciones telefónicas privadas de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). En esta ocasión, el otro protagonista es el presidente del país, Pedro Sánchez. Y, como en las anteriores ocasiones, vuelven a dejar en mala posición al dirigente del máximo organismo de este deporte a nivel nacional. Lo más flagrante de todo es la amenaza que le hizo al líder socialista con dejar España sin posibilidades de albergar el Mundial de fútbol del año 2030
Tal como ilustra el medio, Rubiales empezó su relación con Sanchez una vez éste ganó la moción de censura y se convirtió en presidente de la monarquía parlamentaria, hace cuatro años. El primero aprovechó la ocasión para felicitar al segundo, reivindicando que «presidente, ¡mucha suerte! Hoy cierras una magnífica campaña. En diez meses has marcado el rumbo». Además, cuando Sánchez reafirmó su victoria en los comicios del año siguiente, 2019, le escribió «presidente, con toda la prudencia del mundo: ¡qué contento estoy, cojones!».
Sin embargo, esto no es la parte escandalosa del asunto. Pero sí se convierte en el inicio de una relación extraña. Una relación que mantiene mayoritariamente a Rubiales, ya que Sánchez se limita a contestarle los mensajes de forma breve, y que con el paso del tiempo adopta un tono más bien agresivo.
La amenaza de Luis Rubiales a Pedro Sánchez
Y es que poco después de la victoria del PSOE de Sánchez en las elecciones generales mencionadas, Rubiales contactó de nuevo con lo mismo por una cuestión relacionada con la labor de presidente de la RFEF. Le solicitó una breve reunión, de «sólo 15 minutos» para abordar la candidatura española para albergar el Mundial de fútbol del año 2030 (junto con Portugal). Pero Sánchez le emplazó al ministro de Cultura y Deportes de entonces, José Guirao: «Le diré que te llame para ir avanzando y luego ya nos vemos nosotros. Necesito saber también si hay garantías por parte nuestra».
Esto enfadó a Rubiales, quien deseaba reunirse con el propio presidente del estado: «Gracias, presidente, pero no es con Guirao con quien tengo que hablar. Si no puede ser, no te preocupes: dejamos de lado el Mundial. Un abrazo y mucha suerte». Finalmente, Sánchez logró convencer a Rubiales para que tuviera el encuentro primero con Guirao, y éste fructificó.
Tanto es así, que dos años después los dos máximos representantes de los dos países ibéricos que aspiran a celebrar el gran certamen dentro de ocho años, el rey Felipe VI, Sánchez, el primer ministro de Portugal, António Costa, y el presidente de la república, Marcelo Rebelo de Sousa, presentaron la candidatura de forma oficial. Una candidatura que, de momento, competirá con la de Marruecos y con una sudamericana, integrada por Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Sin embargo, sin haber evitado una esperpéntica dialéctica entre el mencionado Sánchez y Rubiales.