En medio de la crispación que hay en hacia los árbitros y su actuación, el alboroto se acentúa con la polémica sobre un posible caso de corrupción. Según ha publicado El Debate -y después ha desmentido Marca- cuatro árbitros de Primera División estarían siendo investigados por la Fiscalía de Anticorrupción por su patrimonio inmobiliario, puesto que la organización lo considera demasiado «elevado». Los afectados serían Clos Gómez, Jaime Latre, Hernández Hernández y Sánchez Martínez. Los cuatro investigados estarían siendo controlados por la obtención de viviendas en operaciones pagadas de golpe y sin pedir ningún crédito. La cuestión es que los cuatro principales implicados habrían adquirido las propiedades inmobiliarias por el valor de más de un millón de euros. La posible irregularidad está en el hecho que las propiedades serían pisos de lujo, casas y plazas de aparcamiento. Además, estas compras llegan casi a los dos millones de euros en el caso del árbitro del comité aragonés, Jaime Latre. Las adquisiciones se habrían producido desde el año 2007.
Ahora bien, a pesar de la noticia que ha avanzado El Debate, Marca ha publicado esta tarde que Anticorrupción no está investigando estos árbitros a pesar de haber recibido un informe anónimo contra los colegiados. Anticorrupción analizó este informe y llegó a la conclusión que «no había por donde cogerlo», por el que lo descartaron. Así, Anticorrupción insiste que no se está investigando en ningún caso estos árbitros.

Informe incluido en el caso Negreira
Según El Debate, el documento de la investigación está en manos del Ministerio Público y constan más de cincuenta fotografías de las propiedades en posesión de los investigados. Según este diario, cosa que Marca niega, fiscalía está considerando la posibilidad de incluir esta causa judicial en el caso Negreira, con el cual verían relación. El informe señala principalmente Clos Gómez, propietario de siete inmobiliarias valoradas en un millón de euros.
Una polémica que surge después de que, este miércoles, el estamento arbitral haya publicado un comunicado en que pide respeto por la organización y lamenta que cada vez se los valora menos. Una situación que «se ha acentuado en los últimos meses». Los árbitros consideran que están recibiendo insultos y presiones de forma continuada y esperan no tener que tomar medidas drásticas que afecten las competiciones a las cuales participan. No es la primera vez que los árbitros muestran su preocupación por la situación que viven actualmente y creen que hay una «campaña de desprestigio» contra ellos.