El Fútbol Club Barcelona ha iniciado una campaña publicitaria con los autobuses de la Ciudad Condal para promocionar la tienda del Barça y el primer equipo masculino. Se ha utilizado el concepto de la Xavineta, el vehículo metafórico que conduce Xavi Hernández al frente del banquillo azulgrana, como reclamo para llamar a los seguidores culés a desplazarse hasta la Barça Store de la Rambla de Barcelona y adquirir productos de merchandising del club. El texto que acompaña esta campaña publicitaria es muy sencillo: «Sube a la Xavineta».
La Xavineta está averiada
Ahora bien, esta promoción del Barça no podría haber llegado en peor momento. Si bien la Xavineta es un concepto que hizo furor entre los culés los meses de febrero y marzo, cuando el equipo azulgrana avanzaba a toda velocidad, goleaba todos los rivales e incluso asaltó el estadio Santiago Bernabéu con una paliza histórica en el Real Madrid, ahora se puede considerar que el vehículo del técnico egarense está averiado. Desde el último parón de selecciones, el Barça lo ha hecho casi todo mal. El gran desastre fue la eliminación de la Europa League a manos del Eintracht de Frankfurt en el Camp Nou, pero también han sido muy llamativas las derrotas en casa contra el Cádiz y el Rayo Vallecano, consiguiendo así un récord negativo histórico de tres derrotas consecutivas en el estadio.
Un mal momento para pensar en fútbol en la ciudad de Barcelona
Además, la campaña publicitaria de la Xavineta se ha lanzado el mismo día que el Real Madrid ha eliminado el Manchester City de Pep Guardiola en uno de los partidos más épicos y surrealistas de la historia del club blanco. En el minuto noventa, los merengues iban perdiendo por un gol de diferencia y necesitaban dos para forzar la prórroga. Dicho y hecho: en el tiempo añadido Rodrygo Goes, el héroe inesperado, ha marcado dos dianas para igualar la eliminatoria y finalmente Karim Benzema ha sellado la clasificación para la final de la UEFA Champions League en los minutos de desempate. Así pues, que los autobuses de Barcelona se vistan ahora de azulgrana no acaba de ayudar a los culés, que no quieren pensar en nada que tenga que ver con el fútbol.