Sergio Busquets, capitán del primer equipo masculino del Fútbol Club Barcelona, ha hecho pública la fórmula que deberá utilizar su equipo para derrotar al Real Madrid en la semifinal de la Supercopa. En la rueda de prensa, el centrocampista recordó que mañana tendrán que «tener el balón, crear, ser sólidos y cuidar los detalles, que serán fundamentales».
Es la misma fórmula que llevó al mejor Barça de la historia, con Guardiola, Tito Vilanova y Luis Enrique al mando, a dominar de pies a cabeza al Madrid en casi cada enfrentamiento entre madrileños y catalanes durante una década… y que ahora la afición azulgrana echa de menos. El capitán del Barça de Xavi espera volver a «ser fieles a nuestro estilo y crear ocasiones», y advierte que «delante tenemos un duro rival, con buenos jugadores y un gran entrenador».
Un rival tan duro, que cuenta los últimos cuatro clásicos por victorias. Los azulgranas no ganan uno desde la victoria por 0-1 en el Santiago Bernabeu en la temporada 2018/2019, con un gol de Rakitić que acabó de eliminar al equipo blanco de la carrera de aquella Liga. De hecho, fue antes de la tragedia de Anfield. Y desde entonces, el Barcelona ha acumulado un empate y cuatro derrotas ante el eterno rival. Cinco partidos con un denominador común: en ninguno de ellos el Barça fue capaz de usar la fórmula mencionada por Busquets.
Ni Quique Setién ni Ronald Koeman supieron llevar al Madrid al límite. De encomendarse al famoso ADN Barça. De hacer que el equipo blanco se sintiera incómodo. Los azulgranas se han acostumbrado a jugar los clásicos a la deriva. El equipo de Ancelotti ya no persigue sombras en estos partidos. Pero ahora, Busquets espera recuperar antiguas sensaciones en el primer Clásico de Xavi Hernández. El de Badía es consciente de la mala racha en cuestión, y quiere volver a ganar a un clásico.
Y es optimista: opina que «estamos en el camino indicado. Hacemos las cosas bien. Nos ha costado cerrar algún partido, pero debemos tener paciencia. El equipo está en esta línea. Haremos un paso de gigante «. Para conseguir ésto, el seis veces campeón de la Supercopa pide a los suyos “tener más oficio. Hay que saber elegir y conceder menos en cuanto a faltas y saques de esquina. Si controlamos estos detalles, creceremos más”.
