El empate del Fútbol Club Barcelona contra el Inter de Milán en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions deja al club azulgrana en una situación muy complicada. Los de Xavi estaban obligados a ganar para empatar a puntos con el club italiano, pero un cúmulo de errores defensivos han condicionado al Barça. Precisamente, uno de los principales protagonistas de este conjunto de errores ha sido Gerard Piqué. El defensa catalán es el gran señalado del partido y con diferencia.
Piqué, impreciso y desubicado
La cantidad de lesiones del Barça en la línea defensiva está siendo un problema para los azulgranas. Xavi sólo tenía disponibles dos de sus centrales: Eric Garcia y Gerard Piqué. Ofensivamente, el Barça ha rendido, pero en el ámbito defensivo los azulgranas han sido un desastre. Los contragolpes del Inter han generado más de un susto en el Camp Nou durante la primera parte del partido, pero entre la defensa y Ter Stegen se ha salvado el peor de los escenarios. Sin embargo, la segunda parte ha sido dramática para el Barça y, sobre todo, para Piqué.
El veterano defensa del Barça ha dejado pasar un balón pensando que no había nadie detrás de él que lo pudiera cazar, pero no era así. Barella ha recogido el pase de Bastoni y ha superado a Ter Stegen sin oposición defensiva. Piqué, el resto de sus compañeros de equipo y el Camp Nou entero se ha dado cuenta del gran error del capitán del Fútbol Club Barcelona. Por ese motivo, Gerard Piqué está siendo el quinto defensa de Xavi. El futbolista no está en un momento óptimo y, además, ha sido más impreciso que de costumbre. En el tramo final de la primera parte, Piqué ha estado a punto de regalarle un balón a Lautaro con un mal pase que podría haber condicionado, aún más, el enfrentamiento.

El Barça, a punto de vivir un cambio de ciclo
Parece que es el momento para que Gerard Piqué piense sobre su futuro. También debe hacerlo Sergio Busquets, que tampoco ha tenido su mejor noche. Jordi Alba ha vuelto a ser suplente por detrás de Alejandro Balde y Marcos Alonso. Todo ello parece indicar que el Fútbol Club Barcelona está a punto de ver un cambio de ciclo y, también, de generación. Busquets es el único que, probablemente, podría jugar un año más, pero actuaciones como la de ayer hacen que todo el barcelonismo dude sobre capacidad de aguantar a buen nivel la próxima temporada.