Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid entre 2006 y 2009 y directivo de la entidad blanca durante muchos más años, ha defendido con contundencia al Fútbol Club Barcelona ante el caso Negreira. En declaraciones a la Cadena SER, Calderón ha dicho bien claro que, según lo que percibió desde su experiencia en la cúpula del Madrid, «el Barça no fue nunca favorecido por los árbitros». No ha dado ningún tipo de espacio a la duda y ha sido muy contundente en sus palabras: «En mi época no vi nada extraño y nos podrían haber perjudicado muy fácilmente en una Liga que ganamos después de remontar muchos puntos al Barça».
También ha mostrado su apoyo absoluto al estamento arbitral. De hecho, ha dicho que todo lo que pudo ver mientras él era presidente es que «los árbitros eran muy honrados» y ha subrayado la dificultad de llevar a cabo una tarea como la de dirigir partidos de fútbol de un nivel tan alto. Además, también ha resumido con una frase cuál es la influencia que pueden tener los colegiados durante campeonatos tan largos: «Las Ligas las ganan los jugadores, no los árbitros».

Calderón utiliza el ejemplo de Sandro Rosell para defender la presunción de inocencia
Finalmente, Calderón también se ha postulado como un gran defensor de la presunción de inocencia. Ha dicho que, ahora que el caso ya se encuentra en manos de la Fiscalía y de la Justicia, lo mejor es «no hacer juicios paralelos». Ha defendido que «las opiniones y las especulaciones están fuera de lugar» y no contribuyen a esclarecer los hechos. Ha puesto un ejemplo muy claro para argumentar su tesis: «Ya pusieron a un presidente durante dos años en la prisión, Sandro Rosell, y después se demostró que era inocente. Seguro que durante todo este tiempo se dijeron muchas cosas de él».