Ayer el Camp Nou sufrió un episodio histórico y lamentable. Aunque el Fútbol Club Barcelona jugaba como local la vuelta de los cuartos de final de la UEFA Europa League contra el Eintracht de Frankfurt, el estadio azulgrana fue menos azulgrana que nunca. Decenas de miles de alemanes van conquistarlo y crearon un ambiente hostil. Por una parte, para los jugadores de Xavi Hernández. Llama la atención una imagen de los mismos, retirándose del calentamiento previo al partido hacia el vestuario, y rodeados de silbidos de la afición alemana. Pero estos aficionados también generaron un clima muy incómodo para los aficionados y aficionadas barcelonistas que había en el estadio.
Aficionados alemanes habrían abusado sexualmente de chicas en el Camp Nou
Muchos de ellos así lo han contado en sus redes sociales. Es el caso, por ejemplo, del aficionado Àlex Sancliment. A través de su cuenta de Twitter, ha denunciado hechos muy graves. Según Sancliment, en el Camp Nou había aficionados alemanes «bebidísimos, insultando y amenazando aficionados locales, tocando el culo a chicas, tirando botellas y bengalas, y todo ello sin que ningún miembro de seguridad del club haga nada».
Una aficionada vuelve a casa con el cabello empapado
Por otra parte, la aficionada Maria Inés ha lamentado que «regresé a casa con la ropa y el pelo con algo que, espero, haya sido cerveza, mientras volaban las botellas en varios momentos del partido. Una cayó en la cara de un señor mayor, a dos centímetros de mí». Es decir, acabó con el cabello empapado y sucio, sin saber qué le lanzaron.
Un aficionado explica que los alemanes de su alrededor estuvieron todo el rato de pie e imposibilitaron que un señor mayor viera el partido
Un aficionado que abandonó el encuentro en el descanso ha manifestado que los aficionados alemanes que tenía alrededor han estado todo el rato de pie, justificándolo con el hecho de que así se ven los partidos en su país. «He tenido que estar de pie yo también, porque si no no podía ver el partido. Y había una persona mayor del Barça al que le ha molestado mucho, porque no se podía levantar y por tanto no podía ver».
«Pasé miedo en el Camp Nou»
Hay una aficionada que tuvo que abandonar la localidad que le tocaba. Es Sandra Martín: «Tengo que reconocer que pasé miedo en el Camp Nou. Llegué quince minutos antes de empezar el partido, y tuve que echar a un alemán de mi asiento. Y en toda la zona, seguidores del Barça, sólo había un señor a mi izquierda y dos chicos dos hileras más arriba».
A partir de ahí empezó su calvario: «Los alemanes estuvieron de pie todo el rato, gritando y cantando. Nosotros estábamos cohibidos, y sin nadie de seguridad en la vista. Cuando sonó el himno, los chicos traseros ya se habían ido. Desplegué la bufanda y lo canté gritando como nunca. El señor, al verme, hizo lo mismo. Sólo los dos».
Una vez empezado el encuentro, y después de que el Frankfurt se adelantara con un gol tempranero de penalti, Martín, a consecuencia de la celebración de los alemanes, no entiende «cómo no se derrumbó la grada. Un alemán de atrás estaba como loco, gesticulante e inclinado, gritando encima del señor. El señor me dice que se va, que no puede más. Marcha por las escaleras del lado de la valla, llena de alemanes exaltados». A partir de esto, Martín se quedó «totalmente sola. Por unos momentos no sé qué hacer ni por dónde irme. Me quedo unos minutos más allá de pie. Imposible sentarse si quería ver el partido. A la derecha, toda la hilera llena de alemanes, y en la izquierda las escaleras llenas también de alemanes. No sabía ni por dónde salir de allí».
Posteriormente, Martín encontró caras conocidas: «A la derecha, pasadas las escaleras, veo a mi cuñado ya mis sobrinos, que habían llegado antes que yo y se habían ido de sus asientos mucho antes de empezar el partido. Ahora es la mía, me voy con ellos.Paso por detrás de toda la fila de alemanes que tenía a la derecha. Me pongo en la otra zona, hay muchos más seguidores del Barça aunque todavía hay muchísimos alemanes.Me cuentan que antes de empezar el partido los alemanes se movían para colocarse todos juntos y saltaban de la tercera gradería hacia arriba y nadie hizo nada para detenerlos».