La selección de fútbol masculino de Cataluña ha firmado uno de sus mejores partidos de su historia en golear Jamaica. Los hombres de Gerard López han sido sublimes. Algunos de ellos han demostrado el porqué de su consolidación en la élite, y otros se han reivindicado cuando más lo necesitaban. En el retorno de la cuatribarrada tres años después, y con ausencias célebres, se ha demostrado que podría competirse perfectamente en los grandes torneos mundiales. Gerard Deulofeu ha abierto la sangia goleadora con un festival de reggae en el primer tiempo, y Álex Collado le ha cerrado con un afterparty a la altura en el segundo (4-0).
Sí, este equipo se ha exhibido con ausencias de renombre. Ni Gerard Moreno, ni Héctor Bellerín, ni Dani Olmo, ni Sergio Busquets ni Jordi Alba estaban allí. Sin embargo, el nivel ha sido por los aires. Y todo ha empezado de cara. Cuando aún entraban gerundenses y gerundenses en Montilivi, Jamaica ha regalado el primero. En una salida de balón nefasto, con un pase flojísimo del lateral Talbott a su portero, Gerard Deulofeu ha pescado el balón y, driblando al propio portero, ha abierto la fiesta. A partir de esto, el conjunto local se relajó al buen sentido de la palabra, y disfrutó del partido. Ha seguido intenso, sin permitir ninguna concesión.
Había tres grandes condicionantes muy positivos. El primero, el deseo de que brindar un espectáculo al público. El segundo, que esa selección es un grupo de amigos. Los Carles Aleñá, Marc Bartra o Riqui Puig tienen una gran relación, lo que se ha trasladado al campo. Y el tercero, las ganas de reivindicación mencionadas. El citado Riqui ha brillado, y otro con pocos minutos esta temporada, Óscar Mingueza, ha cumplido, si bien ha sido tímido. Uno de los grandes nombres ha sido Marc Cucurella.
El hasta hace poco lateral izquierdo, reconvertido en el extremo, ha sido muy incisivo y se ha tomado la cita como si fuera la final de un Mundial. Defendió, presionó y atacó todo el rato. Y la banda derecha ha venido en sintonía con el de Alella. En una transición, el bético Cristiano Tello hizo un pase delicioso en profundidad a Deulofeu, que falló al uno contra uno.
Eso sí, dentro del abismal dominio de la cuatribarrada, el ex azulgrana ha encontrado, de nuevo casi por casualidad, un balón dorado. Tras un buen pase de Rique a Aleñá, el control del segundo se ha ido desviado. Pero por ahí pasaba Deulofeu, que ha batido con facilidad al portero. En veinticinco minutos ha liquidado a la selección norteamericana.
Pero los catalanes querían más. Con mucho hambre, después de tres años sin poder jugar un partido como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, han seguido buscando y oliendo la portería rival. Tello ha recibido una falta en el margen derecho que él mismo ha servido por aire. Su compañero en el Betis, Bartra, ha cabeceado un obús hacia adentro. Ni siquiera ha tenido que saltar.
El 3-0 ha provocado que los caribeños dieran un necesario paso adelante. Y es que esto era más que un amistoso para ellos, dado que en unas semanas jugarán partidos de la Nations League estadounidense. Pero ha sido en vano. Sólo Junior Flemmings ha conseguido inquietar a un poco al portero Edgar Badia, con un lanzamiento de falta desviado, que ha lamido el exterior de la red. Cuando Cataluña ha querido, ha vuelto. Porque de la nada, los cracks del equipo se han unido y han hecho una auténtica obra de arte.
Riqui Puig ha recibido la esquina del área y ha dibujado un pase que pocos verían. En diagonal y en profundidad, ha habilitado a Aleñá. El del Getafe ha controlado solo ante el portero, pero al ver que le tenía muy encima, ha encontrado a Deulofeu, de nuevo solo, en el margen derecho. Y le ha cedido el balón para que el de Riudarenes, sin ángulo pero con calidad, firmara su hat-trick. Un 4-0 dorado en el descanso, que ha permitido al entrenador hacer un gran carrusel de cambios.
Esto ha ratificado el primer cuarto de hora catalán en la reanudación. Después de la excitación inicial jamaicana, sin embargo, el monólogo ha vuelto. Primero, gracias especialmente a Álex Collado. El sabadellense, que volverá al Barça este verano, se ha entendido muy bien con Deulofeu, en una jugada que finalmente ha sido desperdiciada, y que se ha convertido en precursora de los últimos cambios de López: fuera el de Riudarenes y Bartra, por Salva y Ferran Jutglà. El también barcelonista ha sido uno de los grandes hombres del segundo tiempo, junto al citado Collado, Pere Milla y Javi Puado.
En primera instancia, Jutglà ha recibido un sublime pase de Collado, para estrellarse en el palo. Pero el bandolero no ha perdonado a la segunda. Ropa la cartera Puado, aún la defensa, espera y, cuando ve la llegada al estilo Usain Bolt de Jutglà, cede para que éste ponga la manija en el marcador. Una exhibición increíble del combinado nacional de pies a cabeza.
Festival reggae de Deulofeu en el primer tiempo, con Cucurella, Riqui Puig y Tello como grandes teloneros, y afterparty a cargo de Collado en el segundo acto, con los citados Pere Milla, Jutglà y Puado como estándares. De hecho, éste último ha cerrado el local con un gol de penalti que él mismo ha provocado. Un partidazo, pues, que ha generado que los cerca de cinco mil asistentes disfruten y canten, y que reabre el mítico debate.
La selección nacional ha demostrado que podría competir con muchas garantías en torneos internacionales como la Eurocopa e incluso el Mundial. Si bien la selección jamaicana no es ni mucho menos una de las mejores de su continente y mucho menos del mundo (ocupa la plaza número 64 en el ranking FIFA), Cataluña ha demostrado un gran potencial. Juego bonito, competencia y carisma de un equipo que merece jugar con más frecuencia.
