La prematura derrota en cuartos de final de la Copa fue un golpe muy duro para el Futbol Club Barcelona. Los culés tenían muchas esperanzas depositadas en este trofeo y el campeón Unicaja las esfumó. Sin embargo, todavía quedan los dos títulos más importantes en juego y es primordial no despistarse más de la cuenta. El Palau Blaugrana nunca falla y ha presentado una gran entrada para recibir al Mónaco, en la vigésimo quinta jornada de la Euroliga. Los visitantes son uno de los mejores equipos de Europa y los azulgranas ya sudaron para ganar en su pista. Esta vez, los hombres de Saras Jasikevicius han cuajado un enorme partido en defensa, que ha compensado un ataque poco fluido, sobre todo en el último cuarto. Finamente, un 80-70 que da oxígeno al Barça para afrontar el tramo clave de la temporada.
Buena actitud colectiva para olvidar la Copa
Jasikevicius y sus jugadores han estado avisando durante la semana de la importancia de pasar página después de una decepción tan grande como la eliminación en cuartos de final de la Copa. Pues bien, la plantilla, con la ayuda inestimable de la afición del Palau, lo ha conseguido. El Barça se ha deshecho del poderoso Mónaco con solvencia, a pesar de que una mala racha anotadora en el último periodo casi les juega una mala pasada. En cualquier caso, ha sido la defensa la que ha permitido a los locales asegurar el triunfo. Una de las claves ha sido el asedio de Thomas Satoransky sobre Mike James, el base de los monegascos y uno de los mejores jugadores de la Euroliga. El americano ha anotado 14 puntos, pero no se ha sentido cómodo y ha acabado enfadado con su entrenador. Además, Satoransky ha sido el máximo realizador del encuentro, con 15 puntos.

El Palau responde cuando el equipo lo necesita
Como ha pasado otras veces esta temporada, al Barça le cuesta mucho cerrar los partidos. Después de lograr una ventaja de quince puntos justo empezar la segunda mitad, los azulgranas han visto como el Mónaco se situaba dos puntos por detrás en el último cuarto. Por suerte, el retorno de la buena actitud defensiva y los puntos colectivos han permitido que la victoria no se escapara del Palau Blaugrana. Un pabellón pequeño y antiguo, pero que tiene una afición que siempre responde cuando es necesario. Esta vez no ha sido diferente.