Decisión totalmente inesperada del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Después de una resolución que ha tenido lugar con una velocidad sin precedentes, se le ha retirado la tarjeta roja al delantero brasileño del Real Madrid Vinicius Jr. por haber dado un puñetazo a la cara de Hugo Duro, jugador del Valencia, durante el partido en Mestalla. Este cambio de parecer se debe al hecho de que se ha considerado que el jugador merengue había sido agredido previamente y que, por lo tanto, la expulsión era «injusta», según ha comunicado la misma RFEF.
De hecho, el árbitro de VAR que tendría que haber visto la agresión previa a Vinicius, el colegiado Iglesias Villanueva, ha sido destituido, así como las personas que lo acompañaban en la sala, al considerar que tendrían que haber informado a De Burgos Bengoechea, árbitro de campo, de toda la secuencia completa. Ahora bien, se esperaba que esto tuviera la consecuencia de sancionar también a aquellas personas que habían agredido a Vinicius. En vez de esto, ningún jugador recibirá ningún castigo por la brutal pelea que se vivió en el césped de Mestalla y todos los futbolistas que tuvieron un comportamiento violento han salido indemnes.
Competición cierra la grada de animación del Valencia durante cinco partidos
Por otro lado, eso sí, el Comité de Competición de la RFEF sí que ha sido contundente con la grada de Mestalla. Se ha sancionado al Valencia con una multa de 45.000 euros y el cierre parcial del estadio. Concretamente, durante cinco partidos no podrá acceder nadie a la zona de animación, lugar donde se sitúan los ultras que increparon a Vinicius y le profirieron insultos racistas. El Valencia considera que se trata de una sanción «desproporcionada», porque alega que no toda la grada actuó de la misma forma y recuerda el caso del RCDE Stadium, donde todavía no se ha sancionado el club por la invasión de ultras durante la celebración del título de Liga del Fútbol Club Barcelona. El Valencia, pues, recorrerá el castigo, pero, en este caso, la sanción de la RFEF sí que parece justa.