El caso de Gareth Bale es muy peculiar. Es lo más parecido al extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. El delantero es uno en el Real Madrid y otro, muy diferente, en Gales. Durante las semanas en la capital española, Bale pasa prácticamente inadvertido. En su regreso tras la cesión, la pasada temporada, en el Tottenham, ha sido inédito en el equipo entrenado por Carlo Ancelotti. Sólo ha jugado cinco partidos y ha anotado un gol. Además, antes del curso en Londres ya pecaba de comportamientos poco usuales en el fútbol de élite.
En cambio, cuando se concentra con su selección, se transforma. Los seleccionadores suelen seleccionar a los jugadores que más en forma están. En el caso de Bale, sin embargo, eso no importa. Aunque el madridista casi no juegue durante el año, Ryan Giggs sabe que rendirá. Porque así lo hace. Bale lideró su selección en la Eurocopa del 2016, para alcanzar de forma muy meritoria las semifinales, hizo lo mismo en la del pasado año, superando una exigente fase de grupos -con Italia , Suiza y Turquía-, pese a caer en los octavos contra Dinamarca por 4-0, y está haciendo lo mismo para intentar clasificar a The Dragons en un Mundial por segunda vez en la historia, después del que jugaron en 1958, en Suecia.
Y es que en las semifinales de la repesca que disputaron ayer contra Austria, Bale fue el MVP. Con su doblete, los suyos se impusieron por 2-1 a la selección del también madridista David Alaba. Uno de los dos goles fue un golazo, de falta directa. Ahora, espera a un rival del cruce entre la selección de Escocia y la de Ucrania.
Después de reivindicarse de nuevo como jugador y demostrar que sigue siendo un crack, la prensa madridista ha lamentado las diferencias mencionadas. Lamentó que su compromiso cambie tanto cuando está con sus compatriotas. Y que cuando está en España no encuentre la motivación que sí tiene con los Aaron Ramsey, Joe Allen y compañía. Por ejemplo, el diario As ha titulado su portada con el texto «Ya le Bale«, haciendo un juego de palabras con el nombre del futbolista y su actitud. Más fuerte ha sido la crítica del diario Marca, que ha publicado, en su edición de papel, un artículo titulado «El parásito galés».
El comunicado de Gareth Bale en sus redes sociales
Esto ha llegado al futbolista y, a continuación, él mismo ha emitido un contundente comunicado en sus redes sociales refiriéndose directamente al diario y condenando el artículo en cuestión. El galés ha empezado su texto tildando el periodismo que hace el diario Marca de «especulativo, despectivo y calumnioso». Y, a continuación, lamenta que «en un momento en que las personas se quitan la vida debido a la insensibilidad y la aplacabilidad de los medios, quiero saber: ¿quién está responsabilizando a estos periodistas y los medios de comunicación que les permiten escribir artículos como estos?».
Bale prosigue su discurso reconociendo que «afortunadamente he desarrollado una piel gruesa mientras he estado en la esfera pública, pero eso no significa que artículos como éste no puedan hacerme daño, y decepcionar personal y profesionalmente a quienes reciben estas maliciosas historias. He sido testigo del coste que los medios de comunicación pueden tener en la salud física y mental de las personas».
En esta línea, Bale lamenta que «los medios de comunicación esperan actuaciones propias de superhumanos por parte de los atletas profesionales, y son los primeros en celebrar sus triunfos. Pero no se compadecen con ellos cuando cometen errores. Al contrario: les hacen añicos, fomentando la ira y la decepción en los fanáticos«.
Bale, además, asegura que «la presión del día a día que tienen los atletas es inmensa. Y se ve claramente cómo la atención negativa de los medios puede dañar a un atleta ya de por sí estresado, o cualquier personaje público. Deseo que cuando nuestros niños y niñas tengan una edad con la que ya sean capaces y capaces de consumir noticias, estas éticas y principios del periodismo se cumplan con más rigor. Así que quiero utilizar mi plataforma para alentar un cambio en el modo en que hablamos en público y criticamos en público». Y, finalmente, ha cerrado la publicación exclamando que «todos y todas sabemos quién es el verdadero parásito», haciendo alusión al término que ha utilizado el diario Marca para referirse a sí mismo.