El Real Madrid ha perdido contra el Manchester City en el campo de los ingleses en la ida de las semifinales de la UEFA Champions League, por 4-3. Un resultado muy ajustado, que no refleja lo visto en el césped. Y es que si el equipo de Pep Guardiola hubiera estado más acertado de cara a la portería, pudo conseguir una goleada de escándalo. Esto ha pasado, en buena parte, por la actuación desafortunada del madridista Éder Militão.
El brasileño ha sido errático en muchas ocasiones de ataque citizen. Cierto es que no tiene una responsabilidad directa en ninguno de los cuatro goles. Es decir, no sale en las fotos de los goles anotados por Kevin de Bruyne, Gabriel Jesús, Phil Foden y Bernardo Silva. Pero esto no quita que haya hecho aguas en muchas acciones. Ha sido el señalado del Madrid, al igual que el defensa hispano-francés Aymeric Laporte lo ha sido por parte del Manchester City.
La nula contundencia de Militão en los choques ha hecho que el Manchester City ganara muchos duelos. En la primera mitad, el equipo de Pep Guardiola ha cerrado al de Carlo Ancelotti en su propio campo. Y cuando hacía falta intensidad y rebeldía, Militão ha pecado. Ha sido muy blando en determinadas jugadas. Por ejemplo, en una en la que Foden le ha driblado fácilmente, sobre la línea de fondo blanca, o en la primera jugada peligrosa de la reanudación, con un error injustificable en un balón en largo y vertical del City, que ha dejado a Mahrez solo ante Courtois, le ha permitido rematar al palo y ha hecho que posteriormente Dani Carvajal tuviera que salvar, bajo palos, un gol de Foden.
Los desastres del Madrid en defensa
La derrota blanca en el Etihad Stadium se explica a partir de varios factores. Tiene mucho mérito el City, al haber planteado un partido muy agresivo y creativo. Los sky blues no han dejado respirar a los blancos: los han presionado, recuperando muchos balones en zonas interesantes, y han tenido paciencia en la elaboración. Incluso han obligado a Carlo Ancelotti a realizar la modificación de Eduardo Camavinga por Rodrygo Goes y, por tanto, para tener más solidaridad defensiva.
Pero también se explica por los desastres defensivos. La poca contundencia de medio equipo madridista en el primer gol, la de David Alaba en el segundo, la falta de entendimiento entre Ferland Mendy y Vinicius en el tercero y la pasividad, unida a la obra de arte de Bernardo Silva, en el cuarto. Todo esto va de la mano con el nefasto partido que ha completado Éder Militão. En la vuelta, el ex jugador del Oporto deberá estar más concentrado y ejercer más como líder. Eso sí, el ambiente de gala en el Bernabéu le ayudará.
