Parece mentida que el mismo Real Madrid que este sábado cayó en el Estadio Santiago Bernabéu contra el Villarreal haya sido capaz de derrotar al Chelsea con tanta facilidad, pero así ha sido. El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti se ha impuesto con mucha claridad al equipo londinense en la ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League (2-0) y ha dejado encarrilada la clasificación para las semifinales. Si bien es cierto que los blancos han hecho un muy buen partido, también se tiene que tener en cuenta que el Chelsea ha mostrado una imagen extremadamente pobre, sin mostrar ningún tipo de arma o herramienta para hacer daño al Madrid.
La crónica del Real Madrid-Chelsea (2-0)
Desde el primer minuto de la primera parte ha quedado claro que los locales serían muy superiores. Los merengues han saltado al césped con la sexta marcha puesta, exhibiendo aquel cambio de chip del cual el equipo tanto presume cuando juega en la Champions. Esto ha hecho que en las primeras jugadas el Chelsea tuviera la oportunidad de hacer daño al contraataque, pero cuando el Madrid se ha ordenado algo más, los londinenses no han tenido ningún tipo de oportunidad. Vinicius ha hecho un partidazo y ha sido un quebradero de cabeza constante por su banda. El primer gol de los blancos ha llegado después de un remate suyo, el cual ha parado Kepa, pero Benzema ha cazado el rebote y lo ha introducido al fondo de la portería.

En la segunda mitad, el Madrid se ha encontrado enseguida con una ventaja extra: la expulsión de Ben Chilwell, que ha visto la roja directa al parar una jugada rápida de los blancos que era una ocasión manifiesta de gol. Pocos minutos más tarde, los merengues han conseguido marcar el segundo, con un chut ajustado de Marco Asensio. El Madrid ha continuado generando peligro, pero ya no ha podido hacer el tercero. De hecho, se puede considerar que, teniendo en cuenta cómo han ido las cosas, el Chelsea todavía ha salido vivo del Bernabéu. Hay que destacar también el gran papel de la defensa merengue y el portero, Thibaut Courtois, que han dejado en poco más que pequeños sustos las pocas ocasiones que han tenido los londinenses.