El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha anunciado finalmente la sanción que recibirá el Reial Club Deportiu Espanyol por la invasión de campo de sus ultras y el intento de agresión a los jugadores del Fútbol Club Barcelona después del último derbi. Un mes y medio después, la RFEF ha decidido que el castigo para la entidad blanquiazul será el cierre total del estadio de Cornellà-El Prat durante dos partidos. Así pues, el Espanyol tendrá que disputar a puerta cerrada los dos primeros duelos de la Segunda División en casa, que serán contra el Racing de Santander y contra el Amorebieta.
El Espanyol estalla contra la sanción
Por su parte, el club perico ya ha emitido un comunicado para quejarse con fuerza contra esta sanción. El Espanyol considera que la medida impuesta es «desproporcionada» e «injusta». Se lamenta que el castigo afecte a todos los aficionados y no solo a los de la zona desde donde se produjo la invasión de campo. El Espanyol reivindica que el club siempre se ha puesto a disposición de las autoridades para ayudar a resolver el caso y asegura que recorrerá esta sanción a todas las instancias posibles, puesto que considera que proviene de un «criterio inconsistente».

Los aficionados del Barça creen que la sanción es muy leve
Por otro lado, los aficionados del equipo afectado, el Barça, que hacía tiempo que esperaban esta sanción, han quedado muy decepcionados a la hora de ver cuál ha sido la medida impuesta por la RFEF. Los seguidores azulgranas consideran que se trata de un castigo leve y las frases que más se repiten en las redes sociales son «les ha salido barato», «poco me parece» y «vergüenza». Lamentan que la sanción haya llegado tan tarde y que no se haya tenido en cuenta el intento de agresión a los futbolistas culés.