El Espanyol ha encadenado, por primera vez en toda la temporada, dos victorias consecutivas en la Liga Santander. Después del triunfo en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe, los blanquiazules han conseguido sumar los tres puntos ante el Real Betis en el RCDE Stadium. Un gol de Martin Braithwaite en la primera mitad, a pase de Brian Oliván, ha sido suficiente para superar a un rival muy complicado, pero que ha llegado a Barcelona con varias bajas. Los pericos han sabido leer lo que pedía el partido y se han defendido con acierto toda la segunda mitad, ta pesar de un arbitraje bastante malo de Pablo González Fuertes, el colegiado del encuentro. Con esta victoria, el Espanyol sube provisionalmente hasta la doceava posición, a la espera de los otros resultados de la jornada.
Braithwaite abre la lata en la primera parte
El retorno de Brian Oliván ha provocado que Diego Martínez volviera a la habitual defensa de cuatro en este partido contra el Betis. En cuanto al resto, pocas sorpresas: Joselu como referencia, muy bien acompañado por Javi Puado y Martin Braithwaite. Bien pronto, Leandro Cabrera ha estrellado una pelota al larguero con un remate de cabeza a la salida de un córner. La primera ocasión de los visitantes ha sido un chut lejano desde el medio del campo. Braithwaite no ha podido rematar un buen centro de Joselu, que habría significado el primer gol. Los locales han dominado más el juego, pero los contraataques de los andaluces han generado peligro. De hecho, poco antes del descanso, el Betis ha tenido una ocasión muy clara, pero entre Álvaro Fernández y Cabrera han salvado el gol de Borja Iglesias sobre la línea. En la jugada siguiente, Braithwaite ha abierto la lata rematando con acierto un centro de Brian Oliván. La diana ha llegado en un momento inmejorable, porque con el 1 a 0 se ha llegado a la media parte.
Polémica y resistencia perica hasta el final
Cinco minutos después de empezar la segunda mitad, el árbitro ha anulado un gol de Aleix Vidal por una falta muy rigurosa de Puado sobre Aitor Ruibal. Esta decisión ha encendido a la afición local, que ha reclamado con energía la intervención del VAR. A partir de esta acción, el partido se ha calentado y Pablo González Fuertes no ha estado a la altura. Puado ha tenido una ocasión inmejorable para hacer el segundo, pero no ha podido rematar un buen pase de Óscar Gil. El encuentro ha bajado de revoluciones y ninguno de los dos equipos ha creado peligro: los blanquiazules intentando conservar el resultado y a los andaluces se los ha notado cansados por la prórroga disputada contra Osasuna entre semana. Los locales han podido sentenciar, pero Joselu no ha rematado con acierto. Después de sufrir en los últimos minutos, el Espanyol ha podido conservar tres puntos cruciales para coger oxígeno y alejarse algo más de la zona de descenso.