Marco Márquez, piloto catalán de Moto GP, está teniendo una temporada complicada. Después de iniciarla con regularidad y algunas buenas actuaciones (no a la altura de lo esperado, obviamente), sufrió una grave caída en el Gran Premio de Italia, el pasado mes de mayo, que le obligó a pasar por el quirófano. Una grave lesión que hacía prever que, como él mismo apuntó en sus redes sociales, le haría estar «un tiempo alejado de la competición». Ahora, sin embargo, ha otorgado una gran dosis de optimismo a sus seguidores.
En una rueda de prensa celebrada durante el Gran Premio de Austria, el cual el cerverí ha aprovechado para visitar a su equipo, ha recalcado que «mi intención es hacer alguna carrera este año. La próxima semana tendré la respuesta si es posible o no. No sé si serán dos o tres carreras. Los médicos me dirán la situación del hueso, y cuando esté preparado volveré. Es importante volver para preparar en el 2023″.
Eso sí, también ha advertido: «En las últimas cuatro semanas he empezado a trabajar con gomas elásticas. Si el médico me permite mover más el brazo, incrementaremos el trabajo y haremos un plan para volver. Soy consciente de lo de importante esta rehabilitación, si tengo que esperar una semana más, lo haré. Todavía es pronto por decidir.Cuando me vea el 70-80% capaz de pilotar una moto, volveré.Es la mejor manera de volver, antes de estar al 100%”.
Las dos o tres carreras que Marc Márquez podría correr
Contando el gran premio de este fin de semana, quedan ocho por acabar el año, de los veinte que hay en total. El hexacampeón mundial se ha perdido en los últimos cuatro y, si todo va como él espera, podría reaparecer en dos meses. Es decir, si llega a tiempo para correr tres carreras, llegaría a Australia, que se celebrará entre el 14 y el 16 de octubre; en Malasia, entre el 21 y el 23 de octubre; y en Valencia, entre el 4 y el 6 de noviembre.
Por otra parte, el hermano mayor de los Márquez también se ha referido a la situación de su moto, en espera de mejoras: «El problema de la moto era grande. Pero el problema no es tanto en la moto, es en el proyecto, en el área de coordinación. Honda trabaja más que nunca, pero falta comunicación. Tienen que aprender a organizarse».