Míchel Sánchez lo ha dejado muy claro en la rueda de prensa posterior al duelo: «Hemos hecho el peor partido de la temporada». Y es que el Girona ha perdido en el Nuevo Mirandilla contra el Cádiz de Sergio González. Una primera parte nefasta ha condenado a los catalanes, que han visto como llegaban al descanso perdiendo 2 a 0, con goles de Gonzalo Escalante y Sergi Guardiola. En la reanudación, el juego del equipo ha mejorado, pero ha sido insuficiente para acercarse al marcador e incomodar a los andaluces. El encuentro ha estado marcado por el fuerte viento, al cual se ha sabido adaptar mejor el conjunto local. Así pues, los gerundenses han perdido una buena oportunidad de coger distancia con un rival directo y el resto de resultados de la jornada pueden acercarlos peligrosamente a la zona de descenso.
Una primera parte nefasta
Desde los primeros compases de juego, se ha notado que los gaditanos habían salido mucho más enchufados al terreno de juego. Prueba de esto ha sido el gol de Escalante, que ha aprovechado un gran centro de Brian Ocampo, después de deshacerse con demasiada facilidad de Arnau Martínez, quien volvía al once después de cumplir sanción. El fichaje de invierno del Cádiz ha inaugurado el marcador y ha puesto el partido muy difícil para los visitantes. Los hombres de Míchel no han sabido encontrar respuesta al asedio local y Paulo Gazzaniga ha tenido que realizar un par de intervenciones de mérito. En el minuto 34, Theo Bongonda ha driblado con facilidad a dos defensas gerundenses y ha dado un pase dentro del área para que Guardiola fusilara la portería de los catalanes. Un 2 a 0 con el cual se llegaba al descanso.
Reacción insuficiente y autocrítica de Míchel
En la reanudación, sí que se ha visto a un Girona más vivo por la necesidad en el marcador, pero realmente no ha generado peligro excesivo. De hecho, la primera ocasión no ha llegado hasta el minuto 68, con un cabezazo de Iván Martín que ha salido desviado. Los gerundenses lo han intentado, pero ni Oriol Romeu, ni Aleix García ni tampoco los atacantes han mostrado su mejor versión, hecho que ha acabado condenando al equipo. Míchel se ha mostrado muy autocrítico y decepcionado en la rueda de prensa, porque es consciente que el equipo ha perdido una buena oportunidad para coger oxígeno y alejarse de un rival directo. Habrá que pasar página y volver a recuperar las buenas sensaciones. La próxima semana, el Girona recibe al Almería, en el que será otro partido clave por la salvación.
