Perder contra el Atlético de Madrid nunca es una tragedia, pero hacerlo como lo ha hecho el Girona sí que deja un mal regusto de boca. Los catalanes habían defendido el empate durante los noventa minutos de tiempo reglamentario y no ha sido hasta el añadido final que ha llegado el gol de la victoria de los colchoneros, obra de Álvaro Morata (0-1). Aun así, el trabajazo que ha hecho el Girona en este duelo garantiza que el equipo de Míchel Sánchez tiene todos los argumentos que necesita para considerarse un equipo perfectamente capaz de conseguir la permanencia. Es cierto que con esta derrota vuelve a mirar hacia la zona de descenso y solo está cuatro puntos por encima, pero con partidos como este, el Girona se salvará seguro.
La crónica del Girona-Atlético de Madrid (0-1)
En la primera mitad ha habido unos primeros minutos de dominio alterno, donde el Girona ha podido llegar a la portería de Jan Oblak, sin crear demasiado peligro. Después de esto, el Atlético ha cogido el mando del duelo y no ha dado tregua en el área de Paulo Gazzaniga. Entre el portero argentino, la defensa del Girona y los remates poco precisos de jugadores como Memphis Depay no ha caído el gol y se ha llegado con el empate inicial en el descanso.

La segunda parte ha sido un auténtico espectáculo para el espectador neutral. El Girona ha continuado defendiendo el empate con uñas y dientes, mientras, a la vez, se estiraba algo más en ataque y también llegaba a la portería de Oblak. Iban pasando los minutos, sin embargo, y ninguna de las ocasiones acababa al fondo de la red. Ha sido un gran partido de los defensas y los porteros. Poco antes del final, el Girona ha tenido una ocasión clarísima, con un chut de Rodrigo Riquelme que ha parado Oblak. Cuando todo parecía encaminado al empate, en la salida de un córner en el minuto 91, Morata se ha encontrado con un balón que solo ha tenido que empujar al fondo de la portería. Parecía fuera de juego, pero después de una larga revisión en el VAR, el Atlético se ha llevado la victoria.





