Sergio Ramos, defensa central andaluz de París Saint-Germain (PSG), ha dejado a todo el mundo boquiabierto con una de las declaraciones más surrealistas de su carrera, y esto que justamente ha destacado en muchas ocasiones por sus palabras ante los micrófonos. En esta ocasión, en una entrevista con el exjugador Ludovic Giuly a Amazon Prime Video, ha afirmado que todavía le queda mucha cuerda: «Todavía me quedan entre cuatro y cinco años más al máximo nivel. En París me quedan dos años de contrato, pero intentaré que sean tres y después ya veremos. Mientras el físico aguante, mi jefe está totalmente focalizado».
Sergio Ramos, dos temporadas muy lejos del máximo nivel
En condiciones normales, no habría nada extraño que un futbolista tuviera la intención de continuar jugando durante los años que él quisiera, pero Sergio Ramos ya hace dos temporadas que casi no es ni deportista. Después de una muy mala última temporada en el Real Madrid, totalmente golpeado por las lesiones, ha continuado con este camino al PSG y, de hecho, ha empeorado muchísimo. De los más de cuarenta partidos que ha disputado el equipo francés, el central andaluz solo ha podido disputar sed. Además, su entrenador, Mauricio Pochettino, lo ha utilizado en casi todas las ocasiones que ha podido, así que, básicamente, ha estado casi toda la temporada lesionado.
De este modo, el hecho que diga que cree que todavía puede estar cuatro o cinco años «al máximo nivel» es del todo surrealista, puesto que ya hace dos temporadas que se encuentra a años luz de un nivel mínimamente aceptable para los equipos donde está jugando. No solo esto, sino que el hecho de pensar que lo PSG querrá renovar durante un año más uno de los futbolistas mejor pagados de la plantilla cuando solo ha disputado siete partidos es todavía más absurdo. De hecho, la prensa francesa ha indicado en alguna ocasión que el club parisiense se plantea rescindir unilateralmente el contrato de Ramos porque deje de ocupar un lugar inútil a la plantilla. Como siempre, el central andaluz no ha dejado nadie indiferente después de sus declaraciones a la prensa.
