Uno de los partidos más esperados de la Preier League en las últimas temporadas es el enfrentamiento entre Manchester City y Liverpool Football Club. Y es que, últimamente, ambos equipos han sido rivales para llevarse el trofeo de la Premier League en sus vitrinas. Sin embargo, este año se ha sumado un nuevo e inesperado competidor a la lucha: el Arsenal. El equipo de la ciudad de Londres ha hecho un gran inicio de temporada y, tras el pinchazo del Manchester City en el estadio del Liverpool, se sitúa en la primera posición de la parrilla de la clasificación con una diferencia de cuatro puntos respecto en el equipo dirigido por Pep Guardiola.
Un contragolpe de Salah ha sentenciado el partido
El duelo entre Liverpool y Manchester City ha sido tan vistoso como se esperaba. Los jugadores de Pep Guardiola han intentado ser dueños de la posesión del balón, mientras que el Liverpool, cuando ha generado más peligro, ha estado con los contragolpes y aprovechando la velocidad punta de atacantes como el extremo egipcio Mohamed Salah. Precisamente, Salah, jugador estrella del Liverpool, ha aprovechado un pasillo a la defensa de los de Guardiola para superar en uno contra uno a la portería defendida por Emerson y dejar los tres puntos en Anfield.
Guardiola ha provocado a los aficionados del Liverpool
El partido también tuvo polémica. Un gol de Foden fue anulado por una falta previa de Haaland sobre el centrocampista del Liverpool Fabinho. Inicialmente, el árbitro del partido no había pitado ninguna infracción, pero la sala VAR ha hecho que se rectificara la decisión. Este hecho ha provocado una reacción, algo desmedida, de Guardiola. El técnico catalán ha empezado a levantar los brazos reiteradamente criticando la corrección del árbitro, ya que la falta era muy leve y, probablemente, nada habría pasado en caso de que no se hubiera señalado.
Guardiola también se ha vuelto contra los aficionados del Liverpool
A partir de ese momento, Pep Guardiola y el Manchester City han perdido los papeles. El catalán ha sido mucho más crítico con las decisiones arbitrales e, incluso, se ha vuelto contra los aficionados del Liverpool que se situaban detrás del banquillo en el que se sentaba Guardiola. El técnico del Manchester City ha enloquecido por completo y ha incentivado que la afición local se encendiera y replicara las críticas mofándose del entrenador visitante. Por último, Guardiola ha justificado su conducta diciendo que era consecuencia de ver cómo los seguidores del Liverpool le tiraban monedas sin que ninguno le llegara a dar.