Semana horrible para el Barça. Los culés no pasaron del empate el pasado miércoles ante el Inter de Milán y hoy han perdido el liderato de la Liga a manos del Real Madrid, en el Santiago Bernabéu. Xavi Hernández queda señalado después de dos derrotas en una semana. Quedar eliminados -virtualmente- de la Champions League y perder ante el Real Madrid con cuatro días de diferencia, es difícil de digerir para los aficionados azulgranas. Son diversos los jugadores que quedan tocados, pero el entrenador siempre genera dudas en situaciones como estas.
La crisis se agranda con la derrota en el clásico
Xavi no ha sido capaz de recuperar a sus jugadores después de la mayúscula decepción ante la Inter. Era evidente que se trataba de un empate difícil de digerir, porque deja los culés cerca de la eliminación europea, pero era crucial pasar página para afrontar el clásico de hoy con las máximas garantías posibles. Lejos de conseguirlo, el Barça ha firmado un partido errático y apático a partes iguales. Pocos minutos se han salvado, más allá de un poco de reacción entre el primero y el segundo gol del Real Madrid. Esta ha sido la gran nota negativa del entrenador culé durante el partido de hoy, porque estaba el liderato en juego. Por suerte -o por desgracia-, la competición no para y el Barça recibe el próximo jueves al Villarreal, en la jornada intersemanal. Una nueva oportunidad ante un rival de entidad para demostrar que este equipo es capaz de competir en los momentos complicados.
Los cambios, hoy, han salido bien
Es cierto que si se le tiene que reconocer una cosa a Xavi en el día de hoy, es que los cambios han revolucionado el partido y han acercado el equipo al empate. Gavi y Ansu Fati han dado otro ritmo al encuentro y de las botas del primero ha surgido la jugada del gol azulgrana, después de una acción muy buena por banda izquierda. Además, Ferran Torres ha sido quién ha culminado el pase de Ansu. Sin embargo, ha vuelto a cambiar a Raphinha y ha dejado a Dembélé hasta los instantes finales cuando, una vez más, el francés estaba aportando poca cosa.