El partido que el Fútbol Club Barcelona y el Manchester City han disputado este miércoles en el Camp Nou es mucho más que un amistoso. Más allá de la gran cantidad de alicientes deportivos que se dieron cita en el césped del estadio de Les Corts, cabe recordar que los protagonistas no lucharon entre ellos, sino que lo hicieron contra una enfermedad: la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Y es que todos los beneficios que se generen con la recaudación de las entradas irán destinados a una fundación que lucha contra la misma.
¿Qué es la ELA, la enfermedad que padece Juan Carlos Unzué?
En primer lugar, cabe recordar que esta cita fue propuesta por el mítico Juan Carlos Unzué. Al navarro, exportero del Barça, le diagnosticaron la ELA durante el verano de 2020. La ELA, concretamente, ataca el sistema nervioso del cuerpo, afectando a las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal. Con el tiempo, esas células se desgastan o incluso mueren. Por tanto, ya no pueden transportar mensajes a los músculos. Y esto genera un debilitamiento muscular, espasmos e incluso una incapacidad para mover el cuerpo. Al final, a los pacientes de esta enfermedad se les hace difíciles o incluso imposible respirar.
LA ELA, en cifras
La expectativa de vida de los y las que sufren la ELA es relativamente corta. En la mayoría de los casos, es de dos a cinco años. Eso sí, hay casos en los que las personas pueden vivir más tiempo. Además, según fuentes médicas, en España hay unas 2.500 personas que sufren la ELA, y cada año se detectan 900 nuevos casos.
Otras víctimas de la ELA
Más allá de Unzué, quien ha sufrido esta enfermedad de cerca es Sergi Roberto. Y es que la madre del capitán del Fútbol Club Barcelona, Maria Rosa Carnicer, fue víctima de esta enfermedad y murió a finales del año 2019. Otra persona célebre que ha sido víctima es el científico estadounidense Stephen Hawking.
Unzué, por tanto, está muy comprometido con la lucha contra la enfermedad. A menudo conciencia a la población sobre ésta, reivindicando su lucha para que mejoren las condiciones en las que trabajan sus investigadores, y para que la gente que la sufre tenga una mejor vida. Lo hace con campañas similares a la del partido amistoso entre Barça y City.
Por ejemplo, recientemente presentó un maillot de ciclismo (es decir, el uniforme que utilizan los ciclistas), diseñado por el artista Edgar Plans y puesto a la venta para que sus beneficios también vayan dirigidos a la misma Fundación Luzón. Es la misma que colabora con el amistoso en el Camp Nou.
Además, a principios de año, la periodista Mónica Marchante presentó el documental Vivir valELA pena , dedicado a Unzué y protagonizado por él mismo. La película habla de la enfermedad y repasa la experiencia que ha tenido el navarro.
La trayectoria de Unzué en el fútbol y en el Barça
Unzué nació en la localidad navarra de Orcoyen en 1967. Fue un mítico portero del fútbol español de los años noventa. Tras formarse en las categorías inferiores de Osasuna, el Barça le fichó. Pasó dos cursos en Can Barça, entre 1988 y 1990 y como suplente de Andoni Zubizarreta. Después pasó siete en el Sevilla, donde se convirtió en titularísimo, ya que disputó 222 partidos de Liga. A continuación, pasó dos años en el Tenerife y dos en el Oviedo, para regresar a Osasuna y retirarse en el 2003.
Una vez retirado, Unzué se mantuvo muy ligado al fútbol. Primero, incorporándose al Barça de Frank Rijkaard como entrenador de porteros, y por tanto de Victor Valdés y Albert Jorquera. Después volvió a hacerlo, en los primeros dos años de Pep Guardiola en el Camp Nou. A partir de 2010 pasó, definitivamente, en los banquillos.
Debutó en el Numancia, y de ahí se desprende una entrañable anécdota. Tal y como explicó al diario Marca el exfutbolista Mario Martínez, que le tuvo en el equipo soriano y que fue el autor del gol que derrotó al Barça de Guardiola en la primera jornada de la Liga de la temporada 2008/2009, «cada vez que un jugador hacía años le dejaba una tarjeta con una nota en la taquilla felicitándole y dedicándole unas palabras más íntimas y personales. Un buen detalle.” Unzué dejó al Numancia como décimo clasificado de la Segunda División, a nueve puntos de los Play-offs de ascenso.
Después de esta experiencia, creó una alianza con Luis Enrique. El asturiano fue contratado por el Celta de Vigo como técnico para la temporada 2013/2014, y el navarro le acompañó como ayudante. El buen papel que hicieron ellos y su equipo en tierras gallegas (terminaron novenos clasificados un año después de que el equipo, con otro entrenador, se salvara in extremis de bajar a Segunda) hizo que el Barça les contratara por el primero equipo.
Eso, pues, significó que Unzué fuera segundo entrenador del Barça entre 2014 y 2017. Y, a la vez, que fuera una pieza clave en la obtención de triunfos como el triplete de 2015, el doblete de 2016 y la Copa de 2017. A Unzué, de hecho, se le atribuía el trabajo que hacía el equipo en el balón parado. Era habitual verle dando órdenes a los futbolistas cuando había lanzamientos de córner o de falta.
Tras esta experiencia, Unzué volvió a ser director de orquesta. La temporada 2017/2018 entrenó al Celta de Vigo. Y lo hizo muy bien, en tanto que logró rápidamente la salvación y tuvo al equipo muy cerca de las posiciones de UEFA Europa League durante muchas jornadas. Finalmente, los gallegos terminaron la Liga decimoterceros, a nueve puntos de Europa. Y la junta directiva le despidió, ya que buscaban otro perfil de técnico.
Un año y pico después, en el verano de 2019, Unzué adquirió las riendas de un Girona recientemente descendido en Segunda, y por tanto con la misión de volver a Primera. Pero después de una serie de malos resultados, y ese mismo año, la entidad catalana le despidió. Por último, el verano de 2020 le llegó la desafortunada noticia, que convirtió a Unzué en un gran activista.
El optimismo con el que vive Unzué
Unzué recuerda a una figura pública que también luchó contra una enfermedad con mucho optimismo. Pau Donés, mítico vocalista de la banda de música Jarabe de Palo, sufrió un cáncer de colon que le hizo morir y que, antes, le hizo sonreír, vivir con mucha intensidad y repartir lecciones. Pues Unzué va en la misma línea.
Por ejemplo, en una entrevista en el diario Sport, y preguntado sobre qué le ha enseñado la enfermedad, ha recalcado que «a veces nos ponemos unas limitaciones mentales. Que no somos capaces de saber la fuerza que tenemos como seres humanos para superar situaciones complicadas y adaptarnos a situaciones difíciles».
«Se puede disfrutar de la vida de maneras muy distintas», prosiguió. «Yo que era tan activo, en mi vida hubiera pensado que podría ser feliz sentado en una silla, en un sillón. Y lo soy. Porque me siento útil, tengo un propósito e intento cumplirlo».
Y, cuestionado sobre qué diría a una persona a la que acaban de diagnosticar la enfermedad, dijo lo siguiente: «Que no se agote. Intento ver siempre la parte positiva y la parte positiva de esta enfermedad es que nos da una prórroga. Con un resultado complicado, pero con la posibilidad de disfrutar de cosas que otra gente no puede con otras enfermedades o por culpa de accidentes. Hay personas que se marchan sin despedirse. Nosotros podemos. Cuando aceptas que el pronóstico no se puede cambiar, estamos capacitados para llevar una vida complicada de la mejor forma”.
