Durante el transcurso del partido entre Portugal y Uruguay, correspondiente a la jornada dos de la fase de grupos del Mundial de Qatar, un espontáneo irrumpió dentro del terreno de juego. Se trataba de Mario Ferri, activista italiano que apareció con una bandera arco iris de la paz y una camiseta de Superman con mensajes contra la guerra de Ucrania y apoyando a las mujeres de Irán. Ferri fue detenido y expulsado del Estadio Lusail, pero lo liberaron sin cargos al día siguiente al partido. Según explica, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, intercedió porque lo dejaran marchar. El activista italiano dice que Infantino fue amable con él e incluso le hizo alguna broma, pero que los motivos por los cuales saltó al césped son muy importantes y que la FIFA es una mafia.
Ferri da gracias a Infantino pero insulta a la FIFA
Mario Ferri es un activista italiano que ya irrumpió en un estadio en el Mundial de Sudáfrica de 2010. «Cuando estaba detenido, vi que se acercaba un hombre alto, elegante y calvo y pensé que era un soldado, pero no, era Gianni Infantino», detalla Ferri. De hecho, el presidente de la FIFA le recordó a su compatriota lo que ya había hecho en la Copa del Mundo doce años atrás: «Por qué no te buscas una novia y te centras un poco?», le dijo en tono bromista. Después de intercambiar opiniones, Ferri dice que le permitieron irse en total libertad. «Agradezco el gesto de Infantino y lo respeto como persona, pero el organismo que preside, como bien dijo Maradona, es una mafia. Solo hay que ver el escándalo ilegal de celebrar este Mundial en Qatar», declara el activista italiano.
Un gesto para concienciar al mundo
Conseguir saltar al campo en un partido de estas características no es tarea sencilla. Y hacerlo en un país donde el respeto por los derechos humanos es inexistente, todavía más. Seguramente, gracias a su intervención con la policía, Infantino salvó z Mario Ferri de un destino funesto, pero esto no quiere decir que la FIFA no continúe siendo un organismo corrupto y cómplice de las barbaridades que han sucedido en Qatar. Que se celebre un Mundial en un país donde ser homosexual es delito o donde las mujeres son ciudadanas de segunda categoría, es totalmente inadmisible. Es por eso que personas como Mario Ferri son necesarias para que el mundo vea que este es el Mundial de la vergüenza.