La dura, esperpéntica e inesperada eliminación que la selección de España ha sufrido en el Mundial a manos del Marruecos, en los octavos de final, está generando mucho de ruido. El seleccionador, Luis Enrique, ha quedado señalado como el máximo responsable, teniendo en cuenta elementos como algunas decisiones que tomó en el partido en cuestión y a la tanda de penaltis, el pobre juego ofensivo del equipo o la nula aportación de algunos jugadores que formaban parte de una convocatoria ya a priori controvertida.
En este ruido, se está hablando del futuro del técnico. Nadie, o poca gente, pose en entredicho su calidad, teniendo en cuenta sus éxitos al Fútbol Club Barcelona, tanto a su filial como especialmente a su primer equipo, o sus buenos papeles en la Roma, el Celta de Vigo y la selección misma. Una selección con la cual no ha levantado ningún trofeo pero que venía siente competitiva en los torneos internacionales. Si se está hablando de su futuro, es por el hecho que su contrato con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la federación que gestiona la selección española, caducará a finales de este año.
Luis Enrique reflexionará estos días sobre su futuro
Por lo tanto, hay un primer debate: renovará? Esto se decidirá, evidentemente, los próximos días. Se espera que Luis Enrique tenga una reunión con el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, para hablar. Rubiales siempre ha ofrecido apoyo de forma pública al asturiano, tanto en las victorias como en las derrotas. Por lo tanto, su intención podría ser la de ofrecerle una renovación. Por la banda de Luis Enrique, en cambio, su decisión es una incógnita.
Just después de la eliminación del Mundial, en rueda de prensa, y preguntado por su futuro, el seleccionador dijo que «si fuera por la relación que tengo con el presidente y José Francisco Molina [director deportivo de la RFEF], seguiría toda la vida. Pero tengo que analizar qué es el mejor para la selección y para Luis Enrique«.
Así pues, tendrá unos días de reflexión. Ha estado al frente de la selección desde 2018, con una parada por los problemas familiares ya conocidos por todo el mundo, que duró cinco meses y se produjo en 2019. Por lo tanto, puerta cuatro años como seleccionador. Una cifra considerable. Vicente del Bosque, uno de los últimos seleccionadores, estuvo al cargo ocho años: el doble. Pero él tuvo dos grandes triunfos, el Mundial de 2010 y el Eurocopa de 2012.
Más allá de su caso y de algunos otros, es habitual que los técnicos duren entre cuatro y seis años en este cargo. Por ejemplo, Luis Aragonés estuvo cuatro años, entre 2004 y 2008, cuando levantó la segunda Eurocopa de España. El cargo del seleccionador español acostumbra a desgastar mucho, y solo los títulos acostumbran a ayudar quienes lo ocupan. Volviendo a hablar de Luis Enrique, el asturiano nunca ha tenido largas trayectorias allá donde ha estado como entrenador. Tres años en el Barça B, uno en la Roma, uno al Celta y tres al primer equipo del Barça.
El seleccionador de la sub-21, Luis de la Fuente, una opción para suplir a Luis Enrique
Por lo tanto, dicho todo esto, ahora ya empiezan a sonar nombres de posibles candidatos para sustituir. Por un lado, según ha informado el diario Marca, Luis de la Fuente podría ser el próximo seleccionador. Es el actual entrenador de la selección sub-21, y lo es desde 2018. Antes, desde 2013, entrenó la sub-19. Por lo tanto, tiene una larga trayectoria a los banquillos de la RFEF, con algunos títulos obtenidos y, el más importante, en términos de fútbol formativo, con conocimientos y experiencia con muchos de los futbolistas que han formado parte de la convocatoria de Luis Enrique en el Mundial.
Seria, pues, una apuesta de la casa, y continuista, que muchos clubes acostumbran a hacer. Sin ir más lejos, el Barça apostó por Luis Enrique en 2014 después de su esplendorosa etapa en el Barça B un tiempo atrás, por Pep Guardiola en 2008 después de un buen año al filial, y por Tito Vilanova en 2012, después de ejercer como segundo entrenador del de Santpedor.
Marcelino García Toral, otra opción que suena con fuerza
El otro nombre que está sonando con fuerza para sustituir Luis Enrique en caso de que el asturiano acabe haciendo las maletas es el de Marcelino García Toral. Así lo ha informado la Cadena SER. De hecho, según esta fuente, hay miembros de la RFEF que sí quieren cambiar de rumbo y empezar un nuevo ciclo, sin Luis Enrique.
Lo también asturiano Marcelino tiene una trayectoria mucho más conocida por todo el mundo al fútbol español. Entre sus éxitos destaca el València tan fuerte que construyó entre 2017 y 2019, con una Copa del Rey ganada y dos clasificaciones para la Champions, su notable papel en el Vila-real entre 2013 y 2016 o su aceptable año y medio, entre 2021 y 2022, al banquillo del Athletic Club.
En este caso, se habla de un entrenador más permeable, que acostumbra a adaptarse mucho a los jugadores que tiene y no a intentar establecer una idea determinada de juego. Eso sí, su idea siempre ha acostumbrado a ser la de plantear equipos cerrados, que sepan salir bien al contraataque. Y esto contrapone con el que ha sido la selección española los últimos veinte años. Pero hay que tener en cuenta que a partir de 2012, y salvo algunas excepciones como la buena Eurocopa de 2021, España ha naufragado, y el juego de posesión practicado que en un principio dio frutos ha acabado siendo una caricatura, como ha quedado demostrado en los últimos dos Mundiales. Así que un contundente cambio de ciclo podría ser necesario.
El catalán Roberto Martínez también es un candidato
Finalmente, sobre la tabla de la RFEF habría el nombre de Roberto Martínez. Así lo anunció a principios de diciembre la emisora Onda Cero. Este entrenador catalán es especialmente conocido por su trayectoria también como seleccionador, de Bélgica. Ha estado siete años al frente de los diablos rojos y, si bien no ha podido levantar ningún título, ha sido muy cerca.
Ha convertido esta selección en una de muy temible, potenciando unos jugadores que venían de hacer un buen papel en Brasil 2014, con el entrenador Marc Wilmots. Especialmente bueno fue su Mundial de 2018, conduciendo los belgas al tercer lugar, y solo derrotados a las semifinales, por una Francia que parecía imbatible, y por la mínima (1-0). También ha demostrado ser muy permeable, durante su carrera, adecuándose a los jugadores que ha tenido y sacándolos mucho de zumo. Antes, tuvo una buena carrera al fútbol británico, con bonos resultados en el Swansea o en el Everton.
