Si hay un club que destaca por encima de todos en este mercado de invierno, sin ningún tipo de duda es el Chelsea. Los londinenses han gastado una cifra indecente para mejorar la plantilla: casi 350 millones de euros. El dopaje económico de la Premier League es evidente, pero la llegada de caras nuevas ha provocado que Graham Potter, el entrenador
Aubameyang no acaba de encajar en Stamford Bridge
Aubameyang lleva unos meses complicados en Londres. Él no quería irse del Barça, donde estaba a gusto. Sin embargo, la llegada de Robert Lewandowski y la necesidad de los culés de ingresar dinero provocaron que acabara haciendo las maletas. Era un jugador querido por la afición y su salida fue una pena para las dos partes, aunque fuera necesaria. En el Chelsea, solo ha conseguido marcar tres goles en dieciocho partidos disputados y, desde la llegada de Graham Potter al banquillo, su protagonismo ha ido disminuyendo. Por otro lado, los nuevos fichajes le han complicado todavía más la titularidad. Al inicio del mercado de invierno se especuló con un posible retorno a Barcelona, pero era imposible por la normativa de la FIFA. Habrá que ver como acaba la temporada el ex jugador azulgrana.
El Chelsea ha hecho historia
El Chelsea ha batido todos los récords en un mercado de invierno. La cantidad de dinero gastada demuestra que la Premier League es una liga «dopada» en comparación a la española. Ahora bien, hacer tantos fichajes y a un precio tan elevado no te asegura que esta inversión se convierta en buen rendimiento sobre el césped. Los blues han hecho ocho fichajes este invierno: Datro Fofana (12 millones), Andrey Santos (12,5), Joao Félix (cedido, por 11 millones), Malo Gusto (30 millones), Noni Madueke (35 millones), Benoit Badiashile (38 millones), Mykhaylo Mudryk (70 millones) y la gran apuesta, Enzo Fernández (120 millones). Serían unas cifras muy altas para un mercado de verano, pero es que se trata de un mercado de invierno, lo cual lo hace todavía más increíble. De momento, la gran inversión hecha no fue suficiente para que el Chelsea ganara en casa contra el Fulham, en la vigésima segunda jornada de la Premier League.