Ilaix Moriba es un jugador de aciago recuerdo para el barcelonismo. Después de que Ronald Koeman le diera una oportunidad de oro la temporada pasada y le hiciera debutar y jugar a menudo con el primer equipo del Fútbol Club Barcelona, el centrocampista guineano no le volvió nada más que desprecio. Ilaix no aceptó ninguna de las ofertas de renovación que la entidad azulgrana le hizo y mientras tanto negociaba con alevosía con otros clubes para marcharse gratuitamente el verano del 2022, cuando acababa contrato. El Barça, a copia de castigarlo sin jugar y bajarlo al Juvenil B, consiguió que el futbolista forzara su salida antes y que así pudiera haber una transacción económica por su traspaso. De este modo, se cobraron 16 millones de euros por parte del RasenBallsport Leipzig.
La llegada de Ilaix a Alemania suponía, en principio, el aterrizaje de un jugador muy prometedor, con capacidad de dar rendimiento inmediato. Ahora bien, desde el primer partido en que fue convocado, quedó demostrado que esto estaba totalmente alejado de la realidad. En el Leipzig no han confiado nunca en él, hasta el punto que tardó muchos partidos en debutar y, cuando lo hizo, fue para tener un papel testimonial. Desde entonces, en esta media temporada que ha estado en Alemania, solo ha jugado 100 minutos, es decir, ni un partido y medio.
Por todo esto, Ilaix habría pedido una salida urgente y algunos medios de comunicación llegaron a asegurar que había pedido volver al Barça. En cualquier caso, el Leipzig ha escuchado sus peticiones y está dispuesto a cederlo. El club mejor posicionado es el València, que en las próximas horas podría anunciar su incorporación. De este modo, Ilaix volvería a la Liga y en algún momento es probable que se reencuentre con sus excompañeros del Fútbol Club Barcelona.
