¡Salta la sorpresa en el caso Dembélé! Según informa el diario Sport, sus agentes, Moussa Sissoko y Marco Lichsteiner, se reunieron ayer con Xavi Hernández y le transmitieron la voluntad del futbolista de renovar el contrato que finaliza en junio de este año. Dicen que Dembélé está totalmente comprometido con el proyecto del entrenador y el equipo.
Esto es llamativo en la medida en que por primera vez sus representantes se pronuncian a favor de la continuidad de su representado. Porque hasta ahora lo único que lo había hecho era el propio Dembélé. Tras toda la tensión vivida entre ambos lados, con comunicados y declaraciones por medio, ahora parece que la paz puede empezar a imperar, aunque esto no suponga ninguna negociación. Porque al fin y al cabo, con quienes deben negociar una hipotética renovación es con la directiva. Pero ese gesto sí sirve para normalizar las relaciones.
De hecho, esta armonía de sus representantes ha llegado días después de que Dembélé hubiera puesto freno a su rebeldía. Puesto que después de no presentarse a un entrenamiento alegando una «indisposición gástrica», volvió a la siguiente práctica. Ahora mismo, sin embargo, el club, que vería con buenos ojos una renovación, sigue inmóvil en su postura hacia la continuidad del francés. En estos momentos no serían favorables. En la memoria están las contundentes palabras del director deportivo, Mateu Alemany. Además, contarían con su salida para liberar a buena parte de la masa salarial.
Ousmane Dembélé tiene un abanico de opciones en su carta. Puede todavía intentar renovar con el Barça y continuar, renovar y marcharse, agotar su contrato y marcharse el verano o marcharse en el mercado invernal. El futbolista se juega, por un lado, recibir un mejor contrato en términos económicos (sólo factible en equipos de la Premier League inglesa o en el Paris Saint-Germain), y por otro llegar en plena forma al Mundial que empezará el mes de noviembre.