Ángel María Villar, mítico expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha concedido una entrevista al diario Marca, en su emisora homónima. Villar, que también fue futbolista durante la década de los setenta del siglo pasado, se ha referido, entre otras cuestiones, al caso Negreira, aquel caso a través del cual se ha descubierto que el Fútbol Club Barcelona ha hecho un elevado pago durante dos décadas al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira.
En primera instancia, en la entrevista, preguntado por este tema, Villar no se ha querido mojar: «Yo solo puedo decir que los árbitros españoles son muy buenos y de los mejores del mundo. Y de este caso que usted me nombra, no opinaré. Tengo mi opinión, está claro, pero en estos momentos no quiero opinar de estos temas».
Aun así, la negativa a opinar no le ha impedido hablar del Barça. Villar ha salido al paso del club culé, defendiéndolo y reivindicando su pulcritud con mucha efusividad: «Los triunfos del Barça han sido limpios. Se juegan 38 jornadas. Es el campeonato de la regularidad. El Barça se lo ganó en el campo porque fue el mejor. El Madrid, que yo creo que es el mejor equipo del mundo, cuando yo jugaba decían que lo ayudaban los árbitros cuando la realidad era que el Madrid se lo ganaba en el campo siendo el mejor».
Villar, muy crítico con el proyecto de la Superliga
Por otro lado, el vasco ha hablado de un tema tan institucional como deportivo: el proyecto de la Superlliga, impulsado por el Real Madrid y apoyado por el Barça y la Juventus. Como expresidente de la RFEF, era de esperar que se posicionara totalmente en contra: «Estoy totalmente en desacuerdo. La Superliga es la competición de los más poderosos y que además la querían constituir y gestionar ellos, y no me parece razonable. Perjudicarían a las ligas nacionales. Creo que la UEFA y la FIFA no lo permitirán. Sí que es cierto que tienen que tratar a estos clubes con mucho afecto: son los que proyectan el fútbol a todos los rincones del mundo».
Como futbolista, Villar ejerció como centrocampista, y brilló sobre todo en el club de su alma, el Athletic Club. Allá, pasó diez años, entre 1971 y 1981, con 361 partidos disputados y una Copa del Rey ganada, conocida como Copa del Generalísimo en aquel momento. Después, pasó a dirigir la RFEF, entre los años 1988 y 2017. Ganó seis elecciones, y su mandato tuvo luces y sombras.
