Cataluña podría volver a hacerlo. Cataluña podría volver a albergar buena parte de un Mundial de fútbol masculino. En este caso, el del año 2030. Tras la renuncia de presentarse por parte de la candidatura del Reino Unido y la República de Irlanda, que se centrarán en la Eurocopa de dos años antes, la de España y Portugal tiene la vía libre para conseguirlo, en tanto que, en estos momentos, es la única oficial. El territorio catalán, pues, podría ofrecer a su población, a finales de la década, varios partidos de la mejor competición del mundo, medio siglo después de haberlo hecho por última vez.
Fue en 1982 cuando se dio este hito. La FIFA otorgó la organización del Mundial de entonces en España. Y, de los 52 partidos, ocho se disputaron en Barcelona. Cinco en el Camp Nou, y tres en el estadio de Sarrià. Los catalanes y las catalanas afortunados de haber vivido aquello presenciaron, entre otros, una derrota de Argentina de Diego Armando Maradona en el estreno de la selección sudamericana en ese certamen y del Pelusa en la competición, contra Bélgica; las victorias de Italia, campeona de postre, sobre la propia Argentina y Brasil o un superclásico entre la albiceleste y la canarinha.
Por tanto, Catalunya tendrá que esperar sólo dos años para saber el veredicto del máximo organismo del fútbol internacional. Será en 2024 cuando la FIFA organizará un congreso para decidirlo. Por tanto, la mayoría de naciones de todo el mundo tienen este tiempo para competir con la candidatura ibérica. Las únicas que no podrán hacerlo serán las estadounidenses, en tanto que el anterior Mundial, el de 2026, se disputará allí y las reglas no permiten que se hagan dos seguidos en un mismo continente. Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay podrían conformar una cuádruple candidatura, aunque todavía no lo han hecho oficial. Y Marruecos está en la misma tesitura.
Más allá de la buena noticia de albergar un evento de estas dimensiones en el país, éste obligaría a la Real Federación Española de Fútbol a remodelar y por tanto modernizar los estadios a los que se jugarían los, previsiblemente, ochenta partidos. En este sentido, habría que ver si el Camp Nou mutaría o si permanecería como el Fútbol Club Barcelona prevé que estará el estadio de Les Corts en los próximos años con su plan. Además, y por otra parte, albergar una Copa del Mundo también comportaría recibir importantes ingresos económicos, en términos de hostelería, restauración o merchandising.
Barcelona, pues, sería la sede de buena parte del certamen. Allí se jugarían partidos importantes, si bien la final, teniendo en cuenta lo que sucedió en 1982 y lo ocurrido en otras competiciones deportivas como el Mundial 2014 de baloncesto masculino, se disputaría en Madrid, en un estadio Santiago Bernabeu que también estará remodelado.