Mario Balotelli es ese delantero que fue uno de los nombres propios del fútbol a principios de la década pasada. El italiano irrumpió con mucha fuerza y mucha juventud. Se hizo un nombre en el Inter de Milán de José Mourinho, ganador del triplete, antes de cumplir los 20 años. Tras consolidarse en el equipo nerazzurro, enfiló hacia un Manchester City en crecimiento. Allí tuvo buenas temporadas también, pero llamó la atención especialmente por sus actitudes controvertidas y polémicas. Después de una Eurocopa esplendorosa con la azzurra en el 2012, haciendo un doblete en las semifinales contra Alemania, y de ganar la Premier League ese mismo año, acabó pasando por siete equipos diferentes, entre ellos el Milan, el Liverpool y, ahora, el Adana Demirspor turco, sin acabar de consolidarse en ninguno.
Ahora, el jugador nacido en Palermo e hijo natural de inmigrantes ghaneses (que le dieron en adopción) se ha sincerado y ha soltado unas declaraciones surrealistas. Unas afirmaciones seguramente exageradas, pero que hay que escuchar y tener en cuenta al venir de un jugador que, a pesar de que al final ni mucho menos ha acabado teniendo una gran carrera, sí que, durante esta, tuvo picos dorados.
En una entrevista en el portal deportivo estadounidense The Athletic, Balotelli lamentó haber perdido «algunas oportunidades para alcanzar el nivel de Cristiano Ronaldo y Messi», pero aseguró que «mi calidad está al mismo nivel que la de ambos». Balotelli, que ha vuelto a ser convocado por la selección de Italia, a costa de un Roberto Mancini que ya le entrenó en el City, ha recordado que «mi cabeza me ha llevado a cometer muchos errores. Uno de los primeros fue dejar el Manchester City».
Sobrado de calidad… y de confianza
En este sentido, Super Mario opina que «en el año y medio siguiente me fue bien al Milan, pero fue cuando el City empezó a crecer. Debería haber hecho como el Kun Agüero y haberme quedado allí mucho tiempo». De hecho, si hubiera hecho esto, Balotelli piensa, nada menos, que «habría estado entre los protagonistas, y estoy seguro de que habría ganado al menos un Balón de Oro. Con la mentalidad que tengo hoy, seguro que lo habría hecho.»