Xavi Hernández aterrizó como entrenador del Fútbol Club Barcelona en uno de los momentos más críticos de la historia reciente del club. Lo hizo con el equipo estando en una situación comprometida en la clasificación de Liga, y con una situación crítica en la fase de grupos de la Champions League. En las gradas, la afición criticaba cada vez más al entrenador de entonces, Ronald Koeman. Había cada vez más fuegos. El Barça incluso perdió el clásico en su casa. Por tanto, la derrota en Vallecas fue el desencadenante para que Joan Laporta decidiera cambiar el rumbo del banquillo. Y llegó la hora de Xavi.
El técnico terrassense, pues, se encontró un contexto adverso. Un equipo triste, cuesta arriba. Incluso había perdido uno de sus fichajes veraniegos, el Kun Agüero, a causa de una arritmia. Por tanto, había que remar de lo lindo. Ahora, después de una larga montaña rusa de resultados y sensaciones, el gran protagonista, en rueda de prensa, ha realizado un balance. Para Xavi, “parece que hayan sido 100 años. Hemos pasado situaciones inesperadas, de lesiones, de cóvido, de mercado, inesperadas. Se han gestionado, estamos intentando ayudar al club, a los jugadores».
La leyenda azulgrana ha añadido que «soy muy culé e intento ayudar para volver al Barça al lugar que se merece. Es un trabajo agradecido y hay que salir adelante. Son situaciones que te hacen crecer como persona. Estamos para eso» . En términos de juego, Xavi considera que «en estos 100 días hemos mejorado en muchos aspectos: en la presión alta, en dominar partidos… en un partido de Champions, o en Copa, con prórrogas, penales, errores puntuales, pueden ser injustas. La Liga te dice si estás en buen camino. Los resultados están ahí. Es la regularidad. Hay que seguir siendo positivos y pensar que hay trabajo por hacer».
Desde que Xavi entrena al Barça, ha logrado siete victorias, cinco empates y cuatro derrotas. No son, ni mucho menos, grandes resultados. Pero sí se ha estabilizado un poco el barco azulgrana. Tras flirtear con las plazas de la mitad de la clasificación, el equipo tiene ahora la paella de las posiciones de Champions cogida por el mango. Se ha caído en la Copa, en la Supercopa y en la Champions, pero se empieza a vislumbrar la luz después de años oscuros.
