Nuevo capítulo del serial de Ousmane Dembélé. Por un lado, el Barça ha reactivado las negociaciones para renovarlo. Por la otra, el jugador habría comunicado a sus compañeros que su intención es quedarse, según informa Mundo Deportivo. Aun así, la operación continúa estando muy lejos de poderse cerrar. Su representante, Moussa Sissoko, no está dispuesto a hacer grandes esfuerzos económicos y si el Barça no sube su oferta de forma considerable, será muy complicado que se pueda llegar a un acuerdo. Hay que recordar que Dembélé ya rechazó una propuesta del club a finales de 2021.
La importancia del vestuario en la renovación de Dembélé
Ahora bien, el hecho que haya dicho a sus compañeros que se quiere quedar también se tiene que tener en consideración. Desde la llegada del entrenador catalán Xavi Hernández, Dembélé ha mejorado mucho su rendimiento tanto dentro de como fuera de los terrenos de juego. Por un lado, su impacto al césped es mucho más trascendental, puesto que toma decisiones mucho más buenas y aporta mucho al equipo. Por la otra, también se lo ve mucho más a gusto y feliz con sus compañeros. Xavi se ha revelado como una persona que tiene una habilidad casi innata para motivar la plantilla y está consiguiendo que jugadores que parecían perdidos, como Frenkie de Jong, Sergio Busquets o el mismo Dembélé, recuperen su mejor versión.
Moussa Sissoko, el obstáculo principal para el Barça
De este modo, la presión del vestuario puede ser determinante en la hora que el delantero francés decida rebajar sus pretensiones para aceptar la oferta del Barça. Aun así, Sissoko también es una figura muy importante para él, casi como si fuera de la familia, y las intenciones del representante son muy diferentes. Desde el primer momento, el agente ha planteado unas condiciones que desde el club se han interpretado como surrealistas, ya no solo teniendo en cuenta la situación económica del Barça, sino ya en líneas generales. De hecho, ha transcendido que algunos clubes que se habían interesado en Dembélé se han acabado haciendo atrás por sus pretensiones, a pesar de que el Barça sospecha que tiene algo apalabrada con el París Saint-Germain.
