Ousmane Dembélé es un jugador del Fútbol Club Barcelona que más bien cae mal a sus aficionados. Es el segundo fichaje más caro de la historia de la entidad azulgrana y ha percibido un salario surrealista durante los últimos cinco años. Aun así, ahora que el club está pasando por momentos económicos muy difíciles, Dembélé no ha aceptado una oferta de renovación a la baja y tampoco se quiso marchar en el mercado de invierno para que el Barça se ahorrara medio año de su sueldo. De este modo, se marchará de forma gratuita cuando acabe esta temporada. En primera instancia, Joan Laporta y otros miembros importantes del club decidieron que no jugara más como castigo, pero el técnico egarense Xavi Hernández ha pedido poderlo volver a utilizar porque el Barça tampoco va sobrado de delanteros con calidad. Esto ha hecho que vuelva a disputar algunos minutos como azulgrana y lo cierto es que el entrenador catalán está consiguiendo que encaje mejor que nunca, como mínimo en los últimos ratos que ha disputado.
El barcelonismo se está dando cuenta que perderá a un jugador todavía joven y con mucho potencial, pero esto podría no acabar siendo así. En este mercado de invierno se ha dado un hecho que lo podría cambiar todo, que es la llegada al club de Pierre Emerick-Aubameyang, gran amigo de Dembélé por la etapa que compartieron en el Borussia Dortmund. El delantero gabonés ha concedido entrevistas a los diarios Sport, Mundo Deportivo y L’Esportiu y ha explicado que le ha pedido a su amigo que se quede: «Es uno de los mejores con el balón en los pies. Estoy muy contento de que esté aquí y cuando llegué le dije que se tenía que quedar». Ahora bien, la oferta de renovación del Barça ya no está sobre la mesa y se tendría que abrir una nueva negociación.
Por otro lado, Aubameyang también se ha mostrado muy feliz de poder tener una última oportunidad de triunfar en un equipo grande de Europa y ha expresado su deseo de continuar durante unos cuántos años. Además, considera que un posible fichaje de Erling Haaland este verano no le haría cambiar de opinión y quererse marchar: «Estoy preparado para la competencia sana con un compañero de equipo. Además, es un jugador increíble, porque con la edad que tiene ya ha demostrado ser uno de los mejores del mundo».