A pesar de que Ousmane Dembélé acaba contrato con el Fútbol Club Barcelona el próximo 30 de junio, su futuro todavía no está claro. Sí, quedan dos meses y pico y el francés todavía no sabe dónde jugará a partir del próximo curso. Eso sí, su entorno se está moviendo ya para tratar la renovación con el club azulgrana. Según informó el diario Sport, el representante del delantero se reunió con la junta directiva, a petición expresa del primero.
El citado, Moussa Sissoko, ha viajado hoy a Barcelona, aterrizando durante el mediodía. Y posteriormente se han reunido. Según las mismas informaciones mencionadas, el Barça ha accedido, también con la intención de resolver una de las patatas calientes del vigente curso. De hecho, fue el serial de invierno. El Barça, sabedor de la situación contractual del francés, quiso renovarlo. Pero el entorno de éste rechazó las condiciones económicas ofrecidas, y las negociaciones se rompieron.
Después, el presidente culé, Joan Laporta, y el secretario de fútbol, Mateu Alemany, anticiparon un castigo públicamente. Pero Xavi Hernández se negó, y Dembélé ha acabado convirtiéndose en una pieza vital del resurgimiento del equipo. Ahora se vuelve a repetir la circunstancia de meses atrás: ambos están destinados a encontrar una solución. Eso sí, ahora ya no queda tiempo. Si no llegan a ningún acuerdo, Dembélé ya será libre de negociar con cualquier otro equipo a partir de julio.
Todo hace indicar que el entorno de Dembélé y el Barça se acabarán entendiendo
Eso sí, todo hace indicar que club y entorno se entenderán, y que el jugador seguirá ligado a la entidad catalana a pesar de todas las desavenencias. En los últimos meses se ha visto un Dembélé distinto. Para empezar, en términos de rendimiento. Dembélé es ya uno de los máximos asistentes del campeonato liguero. Es el hombre más desequilibrante de la xavineta.
Pero también se ha visto a un Dembélé mucho más comprometido. Por ejemplo, ya es habitual que haga publicaciones en sus redes sociales tras los partidos, mientras que hasta hace unos pocos meses prácticamente no lo hacía. También, en la parcela más relevante, el terreno de juego, se percibe un Dembélé más adulto. Un Dembélé que baja en defender y que celebra cada balón recuperado, y un Dembélé que por fin sonríe. El encuentro entre Sissoko y el club no significa nada, pero no descarta la continuidad. Y esto ya es mucho decir. Quedan dos meses para que el serial de Dembélé se resuelva.
