El Fútbol Club Barcelona femenino se ha hecho un homenaje a sí mismo al ganar el clásico, contra el Atlético de Madrid, y por tanto firmar la liga perfecta. Pero también ha brindado un homenaje a una jugadora histórica. La defensa Melanie Serrano ha disputado su último partido en casa, después de anunciar su retirada, y por tanto antes de retirarse. Le queda la posibilidad de jugar tres más, pero estarán en Turín y Madrid. Han sido 18 temporadas y 517 partidos de una jugadora que ya forma parte del mejor Barça de la historia.
El pasillo a Melanie Serrano cuando ha entrado en el campo
En primer lugar, el entrenador azulgrana le ha dado entrada cuando se había cumplido una hora de partido. Lo ha hecho por Fridolina Rolfö, extrema por naturaleza pero que últimamente está actuando en el lateral para dotar al equipo de mayor peligrosidad ofensiva. Cuando ha ingresado en el césped del estadio Johan Cruyff, las cinco mil asistentes y asistentes le han recibido con un aplauso de época. Y después se ha producido un gesto histórico. Tanto las jugadoras del Barça que estaban jugando como las del Atlético de Madrid se han dirigido a la banda para darle un pasillo, durante el partido. Después, la futbolista recibió varias ovaciones en la media hora que tuvo.
Los otros homenajes una vez ha terminado el partido
Al final, una vez el árbitro ha pitado el final del partido, sus compañeras lo han manteado. Posteriormente, el club llevó al terreno de juego un cartel conmemorativo del día, y la futbolista se tomó una foto de familia con sus compañeras. También ha estado su primera familia: sus hijas y su pareja. Con todos estos alicientes, todo el equipo, contando jugadoras, familia y cuerpo técnico, han dado una vuelta olímpica al campo mientras la música sonaba, speaker animaba la fiesta y unas serpentinas azulgranas vestían el césped.
Incluso la delantera Jennifer Hermoso se ha atrevido a hacer la función del propio speaker, de forma improvisada, cantando canciones con el micrófono. Ha sido un homenaje a Melanie Serrano, sí, pero en muchas ocasiones jugadoras y grada han cantado el «sí, sí, sí, nos vamos hacia Turín», haciendo alusión a la ciudad que albergará la final de la Champions de la próxima semana, contra el Olympique de Lyon.