Ronald Araujo ha vuelto a ser la bestia negra de Vinicius Júnior. El defensa central uruguayo del Fútbol Club Barcelona se reconvierte en todos los clásicos en lateral derecho con el único objetivo de anular al delantero brasileño del Real Madrid. Sus duelos son apasionantes: uno de los mejores extremos del mundo contra uno de los mejores defensores del mundo, jugando frente a frente en equipos que son eternos rivales. De momento, por fortuna de los azulgranas, el uruguayo siempre ha salido vencedor. No solo esto. La sensación es que Araujo le tiene la moral completamente comida a Vinicius y que el brasileño se convierte en un futbolista intrascendente cuando juega contar el Barça. El clásico de Copa ha vuelto a ser un ejemplo: Vinicius no ha hecho absolutamente nada.
Araujo no se comporta como la mayoría de jugadores que tienen que defender a Vinicius
En este sentido, Araujo tiene una especie de secreto para anular a Vinicius. El comportamiento del uruguayo con el brasileño es el opuesto al de casi todos los defensores que se tienen que enfrentar al futbolista del Madrid. Vinicius es conocido por desarrollarse muy bien en el juego sucio: provocaciones al rival,

Además, Araujo no solo es elegante con Vinicius dentro del terreno de juego, donde lo limita todo a una lucha futbolística. Cuando tiene un micrófono delante, intenta no hablar del brasileño. Si le preguntan al respecto, su actitud es la misma que sobre el césped. Hace pocos días tuvo que hablar de Vinicius y dijo que era «un jugador espectacular» y que es «muy difícil defenderle». La idea es similar a la de Pep Guardiola con José Mourinho cuando los dos coincidieron en los banquillos del Barça y el Madrid respectivamente: cuando uno siente que no puede superar al otro en el juego extradeportivo, lo más efectivo es limitarse a jugar a fútbol e ignorar las provocaciones para anular esta estrategia y hacer enloquecer al rival.