Se esperaba un derbi caliente, por la suspensión cautelar de la sanción a Robert Lewandowski y la posterior reacción del Espanyol. Ahora bien, nadie se podía imaginar que el encuentro acabaría con catorce tarjetas amarillas y dos rojas. Mateu Lahoz ha sido el triste protagonista de un partido que ha tenido menos fútbol del deseado. El colegiado valenciano ha querido ser la estrella desde el primer momento, haciéndose ver a la hora de habla con los jugadores y cogiendo por la nuca a Xavi Hernández en la primera mitad. Hay imágenes dónde, incluso, parece que le dé un beso en tono cariñoso. Todo ello un despropósito. El ‘show’ gordo, pero, ha estallado en la segunda mitad, cuando ha señalado un claro penalti a favor de los pericos. A partir de ahí, ha empezado a enseñar tarjetas a diestro y siniestro y ha expulsado a Jordi Alba y a Vini Souza. Además, también ha expulsado a Leandro Cabrera, pero el VAR lo ha corregido. Mateu Lahoz en su máxima expresión.
Cuando Mateu quiere ser el protagonista, no hay quién lo detenga
El árbitro valenciano está muy bien considerado por la Federación Española y cada partido que pasa se entiende menos el porqué. Hasta el descanso, más allá de las habituales charlas con los jugadores o las muestras de afecto evitables -como un semibeso a Xavi-, su arbitraje ha sido bastante correcto. En la reanudación, pero, ha perdido completamente los papeles. En el minuto 72, Mateu ha señalado un claro penalti de Marcos Alonso sobre Joselu y el delantero gallego ha empatado el partido. Hasta aquí todo bien, pero a partir de esta acción, se ha descontrolado. Ha empezado a enseñar tarjetas a todo el mundo, a la más mínima protesta. Sin ir más lejos, Jordi Alba ha visto dos amarillas en pocos minutos, que han significado la expulsión. Poco después, el Espanyol ha visto cómo, en la misma jugada, se quedaba con nueve jugadores. Vini Souza ha visto la segunda tarjeta amarilla y Cabrera la roja directa. El VAR ha avisado a Mateu para que rectificara la expulsión del uruguayo. En cualquier caso, ha sido un partido que se ha complicado él solo, con una pérdida de papeles difícil de explicar.

En Qatar ya avisó de lo que era capaz
No es la primera vez que Mateu Lahoz protagoniza un espectáculo dantesco como el de hoy. Sin ir más lejos, lo comprobamos en el partido de cuartos de final del Mundial de Qatar entre Argentina y Países Bajos. Ambas selecciones acabaron del todo descontentas con la actuación del valenciano, quien enseñó hasta diecisiete tarjetas amarillas, un récord absoluto. Además, acabó expulsando el neerlandés Denzel Dumfries en la tanda de penaltis. Es difícil de entender como, después de episodios como estos, le continúan teniendo tanta confianza.