La victoria del FC Barcelona contra el Athletic Club deja un nombre propio muy claro: Ousmane Dembélé. El extremo francés ha cuajado un partido extraordinario, con triplete de asistencias y un gol. El primero lo ha conseguido rematando con la cabeza un centro de Lewandowski, logrando así el segundo gol de su carrera como profesional con la testa. A partir de aquí, ha sido el asistente en los otros tres goles del Barça. Dembélé ha vuelto a deslumbrar al Camp Nou con una actuación brillante, como hacía días que no se le veía. Es una lástima que no pueda mantener la constancia y que partidos como el de hoy sean la excepción, y no la norma. Aun así, la actuación de hoy invita a no perder la esperanza con el francés.
El cambio de esquema ha beneficiado a Dembélé
La goleada del Barça hoy no ha tenido ningún tipo de fisura. Los azulgranas han dominado el partido de principio a fin y se han impuesto en todas y cada una de las facetas del juego. El Athletic Club no ha sabido encontrar respuesta en ningún momento a las embestidas culés, sobre todo en la primera mitad, ya que con media hora ya iban perdiendo 3 a 0. Ernesto Valverde ha intentado hacer cambios en la segunda parte, pero su equipo ha sido totalmente anulado por el Barça. Xavi Hernández ha optado por modificar un poco el esquema, jugando con un falso extremo en la banda izquierda y dando libertad a Dembélé por la derecha. El francés ha aprovechado esta confianza para protagonizar uno de los mejores partidos de su carrera con la camiseta azulgrana.
La regularidad, su asignatura pendiente
La gran semana que ha culminado hoy el Barça hace pensar que el equipo todavía puede lograr objetivos ambiciosos esta temporada. Con los jugadores a este nivel, la liga se tiene que competir hasta el final, por muy fuerte que esté el Real Madrid. Si Ousmane Dembélé fuera capaz de mantener este nivel el resto de la temporada, estaríamos hablando de un serio candidato al Balón de Oro. Pero este es el principal problema del francés: la falta de regularidad. En los partidos importantes del último mes, Dembélé no solo no ha brillado, sino que ha estado desaparecido y desacertado a partes iguales. Es por eso que hay que exigirle que dé más noches como las de hoy y menos como las del Inter de Milán o el Real Madrid.
