Ousmane Dembélé, jugador del Fútbol Club Barcelona, ha aprovechado el vigente paro de selecciones para sincerarse. En una entrevista con la emisora RMC, el francés ha explicado varios aspectos de su vida inéditos. Especialmente interesante esla reflexión que ha hecho de la etapa de los primeros cuatro años en el club azulgrana, en los que su rendimiento fue excesivamente irregular y el jugador fue más noticia por su pésimo estado físico y sus continuas lesiones que por su fútbol.
«Yo era joven como todos los demás. Pero logré salir de esta situación», ha recordado el campeón del mundo. Eso sí: «No todo es como la gente imaginaba. De 2017 a 2021 he perdido el tiempo enormemente. He perdido cinco años de mi vida». Cabe recordar que aquellos años, con Ernesto Valverde, Quique Setién y Ronald Koeman en el banquillo barcelonista, el jugador se convirtió en baja en diecisiete ocasiones. Entre estas, los motivos fueron tanto lesiones musculares como lesiones en la rodilla o problemas estomacales. Todo ello surgió fruto de su inexperiencia y, al mismo tiempo, como ya ha admitido anteriormente, por sus malos hábitos.
El cambio de Dembélé con Xavi Hernández
Ahora, sin embargo, con Xavi Hernández en el banquillo, el jugador está empezando a ir en consonancia con su potencial y su calidad. Sabido es que se entrena mejor y piensa mucho más en fútbol. Esto se nota en su físico y en su toma de decisiones. Desde que el técnico terrassense aterrizó en el banquillo, logró que el futbolista renovara y, a la vez, éste se convirtió en el máximo asistente del campeonato de Liga pasado.
De hecho, en la entrevista, el de Vernon se ha referido a Xavi. En clave precisamente de la renovación, ha recordado «una reunión entre Xavi y yo en diciembre. Le dije que firmaría mi contrato». Y es que «con la confianza de Xavi, me vi obligado a quedarme. Tengo muchas ganas de que el Barça vuelva a ganar la Champions League. Hace siete años que el club la ganó por último golpe». Este mensaje demuestra que el jugador ha madurado y que se siente más líder que nunca.
