La Roma de José Mourinho debía ser, en un principio, el rival del Fútbol Club Barcelona en el Trofeo Joan Gamper de este año. Así lo habían acordado recientemente ambos clubs, e incluso el catalán ya había vendido entradas por el doble encuentro, entre los equipos masculinos y los femeninos, que se disputaría el 6 de agosto en el Camp Nou. Sin embargo, finalmente la entidad italiana declinó la invitación, sin una causa justificable y enfadando a los azulgranas. Ahora, sin embargo, el diario italiano Corriere dello Sport ha acusado al presidente del París Saint-Germain, Naser Al-Khelaïfi, de haber presionado a la propia Roma para que haga lo que ha hecho.
Aparentemente es algo incomprensible. Más allá de la mala relación que ha tenido el club francés con el Barça en los últimos años, no podría entenderse este gesto. Eso sí: hay que recordar que Al-Khelaifi tiene una muy buena relación con la UEFA y con su presidente, Alexsander Ceferin, mientras que el Barça ha sido y es uno de los impulsores del proyecto de la Superliga, que amenaza con desbancar a la Champions League. De hecho, el propio qatarí es también el presidente de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), un cuerpo que pertenece a la misma UEFA.
La Roma había justificado públicamente su negativa a participar en la presentación del Barça ante su público con una cuestión logística. Es decir, con que no iba bien a ninguno de los dos primeros equipos romanos viajar a Barcelona en esa fecha para disputar esos partidos. Por una cuestión de calendario. Ahora bien, si bien el medio italiano no ha publicado dicha información con total seguridad, sí apunta hacia esta fechoría de Al-Khelaifi.
El enfado del Barça y el posible nuevo rival en el Gamper
Después de haber conocido el cambio de postura de la Roma, el Barça emitió un comunicado lamentando que “el Área Legal del Club está estudiando las acciones oportunas para reclamar al equipo italiano los daños y los perjuicios de que esta inesperada e injustificada decisión cause al FC Barcelona y sus aficionados».
Y ahora, mientras ya ha devuelto las entradas a los aficionados y socios culés, está buscando a un nuevo rival. Todo indica que será el Milan. Un club con dos primeros equipos potentes, con nombres ilustres y que, a diferencia de la Roma, sí ha soportado la Superliga. Por tanto, en este caso Al-Khelaifi no podría boicotear nada.
