El caso Negreira se encuentra en un momento muy complicado. Está en un punto de máxima tensión, después de la denuncia de la Fiscalía y de la asunción de la investigación por Anticorrupción. A estas alturas, y mientras el Fútbol Club Barcelona no dé ninguna explicación convincente, la idea de que el Barça compró árbitros se ha impuesto sobre la opinión general de gran parte del mundo del fútbol, a pesar de que no haya ninguna prueba todavía, y será muy difícil que la entidad azulgrana se quite de encima esta mancha en caso de que no sea verdad. Aun así, hay que recordar que los pagos que el Barça hizo a José María Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA), entre 2001 y 2018 (o antes) respondían, teóricamente, a unos informes arbitrales que acaban de ver la luz.
Los informes arbitrales de la empresa de Enríquez Negreira para el Barça
El medio Libertad Digital ha publicado dos de estos informes, los cuales cuentan con información técnica de dos árbitros, así como datos personales. Los dos colegiados en cuestión son Ignacio Iglesias Villanueva, árbitro de Primera División entre 2010 y 2019 y actualmente uno de los árbitros de VAR más famosos, y David Pérez Pallas, árbitro de Segunda División desde 2012, que en alguna ocasión dirigió algún duelo de Primera División. Son informes detallados donde hay información que se describe como «confidencial» y es la primera prueba que aparece para dar veracidad a la versión del Barça del caso Negreira y demuestra que los pagos a DASNIL 95, la empresa de Enríquez Negreira, eran a cambio de unos documentos. Destacan, sin embargo, las faltas de ortografía y gramática y, sobre todo, el precio que se pagaba por ellos, que era de un medio millón de euros a anual.


En cuanto a la información que aparece en estos informes, hay tablas con datos sobre las tarjetas y penaltis que señalan los árbitros en cuestión. También se hacen observaciones sobre el perfil de los colegiados y, por ejemplo, se dice de Pérez Pallas que es «un árbitro muy joven que no dudará en enseñar tarjetas o en pitar un penalti si lo ve». Además, también hay informaciones sobre la personalidad de los colegiados, la cual podría entrar dentro de la definición de «confidencial». De Iglesias Villanueva se dice que: «No tiene una gran personalidad o carisma. Amonestará o expulsará a los jugadores que lo merezcan». Aparte de esto, también hay datos que poco tienen que ver con el arbitraje: «Ha estudiado Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Vigo».